Sitio de Juan Lacasa Lacasa

 

Artículos de Juan Lacasa Sánchez-Cruzat sobre Jaca y el ferrocarril de Canfranc
 

 Semanario "El Pirineo Aragonés"

 <<volver 

LA PRÓXIMA INAUGURACIÓN DE LA EXPLOTACIÓN DEL CANFRANC

 

02/04/1927

Una vez más, a despecho de los pesimistas, cuyo número por fortuna disminuye, las noticias que leímos recientemente en la prensa llegada de Francia nos dicen que le Canfranc será dado al tráfico en la primavera del ya próximo año 1928. La ilusión de tantos y tantos patricios que, desde el 1853, fundaron en esta obra las más halagüeñas  esperanzas, por la influencia que le atribuían para la vida económica de las regiones fronterizas habrán de tener la realidad más efectiva.

Según dicen aquellos periódicos, una vez transcurridos los más duros meses del presente invierno, se han reanudado los trabajos en el trozo de línea de la sección francesa. La locomotora, que atravesó ya el túnel helicoidal, arrastra los vagones de balasto que se encuentra extendido dos kilómetros más arriba de Urdós, pasado ya el túnel de Larrié; se trabaja también de nuevo en la estación de Urdós, y en lo referente a electrificación el más breve plazo se acometerá el edificio de las Forjas de Abel, que, como es sabido, a pesar de ser la primera estación al llegar a Francia, no tiene categoría de importante porque los servicios internacionales se encontrarán centralizados en la de Canfranc.

Por lo que se refiere a España, en reciente visita del Señor Fuster, ilustre Jefe de los Transpirenaicos, a la Estación de Canfranc, al ser éste cumplimentado por el digno alcalde de Jaca Señor García Aibar, algunos señores concejales y quien traza estas líneas, hubo de servirnos de gran complacencia el oír de tan autorizados labios que todo se desenvuelve con verdadera actividad y que abriga las mismas fundadas esperanzas de que, no muy adelante el año 28, se encuentre todo en disposición de circular los trenes y verificarse la solemne inauguración, que se verá realzada con la presencia de las más ilustres personalidades... El acontecimiento magno, la fecha histórica, se avecina con pasos de gigante, y la vida local de Jaca, al igual que la de Zaragoza y la de Aragón entero, van a sufrir una fuerte sacudida, tanto mayor cuanto menos quieran consolidarse para recibirla sus elementos directores, afrontando los problemas de la vivienda, de la higiene y del hospedaje, el estudio de los artículos que podrán ser motivo de intercambio, el conocimiento del francés y tantos otros que se imponen con urgencia.

Quiera Dios no pueda alcanzarnos la menor responsabilidad, si hemos de mostrarnos dignos sucesores de aquellos ascendientes que en el Congreso y en el Senado, en las Diputaciones provinciales, en las Cámaras del Comercio y de la Industria, en los Ayuntamientos y en cuantos organismos pudieron intervenir, directa o indirectamente, no cejaron un solo día en su labor intensa pro Canfranc.

Por lo que a Jaca exclusivamente atañe, no será, ni mucho menos, prematuro que nuestro Ayuntamiento, al formar sus presupuestos para el próximo ejercicio anual, consigne cantidad de alguna importancia para imprevistos de visitas, quizá de los Jefes de Estado o, por lo menos, de representantes de los Gobiernos de ambas naciones, pensando también en lo que han de suponer los grandes festejos extraordinarios, a los que habrá de contribuir generosamente el peculio privado de los propietarios, de los comerciantes, de los industriales, de todos cuantos en una u otra forma habrán de beneficiarse con las ventajas de tan deseada línea, y sin que, como número saliente, deje de figurar algún homenaje a los ilustres jaqueses de la anterior generación, que anhelosos del Canfranc nos dejaron, además un recuerdo saliente de su paso por este querido solar, trayendo con su exclusivo esfuerzo, sin ayuda de la Diputación ni del Estado, otra obra cuyos beneficios no son ya ilusorios y sí fecundas realidades: el Canal de Jaca, esa mejora que transformó la vida local, que creó riqueza incalculable, que convirtió en vergel esta árida meseta, que fue base para su admirado Paseo de Alfonso XIII, que higienizó nuestras viviendas, que contuvo la voracidad del fuego en muchas ocasiones, que evitó la emigración, que permitió el establecimiento de industrias... Sumemos a todo esto los beneficios del tan repetido Canfranc y seguramente confirmaremos pronto el título que a nuestra ciudad se le viene otorgando de "Perla del Pirineo".

 

JUAN LACASA SÁNCHEZ-CRUZAT


siguiente>>