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Artículos de Juan Lacasa Sánchez-Cruzat sobre Jaca y el ferrocarril de Canfranc
 

 Semanario "El Pirineo Aragonés"

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JACA Y EL FERRO-CARRIL V

 

09/07/1910

Si en nuestro anterior artículo quedó probado que en jaca y su comarca concurren las circunstancias más necesarias para el fomento de las actuales e implantación de nuevas industrias, podremos pasar a ocuparnos de cuáles sean aquellas cuyo establecimiento podrá intentarse con más probabilidades de éxito feliz, siempre, sin embargo, corriendo algún riesgo; nunca sin hacer detenido estudio de la forma en que se desarrollan en otras comarcas y, sobre todo, teniendo una vez más en cuenta que para llegar al ideal que se persigue de obtener un lucro y beneficiar al país, se requieren sanos entusiasmos y gran fe en el provenir.

Uno de los artículos que en bastante cantidad se produce en nuestra comarca es la lana, cuya exportación a otras regiones se verifica tal cual se obtiene en el esquilo; y salta seguidamente a la vista que lo menos que podría hacerse con ella en el sentido industrial, sería destinarla antes al lavado; con lo cual, dada la abundancia de aguas que aquí existe y la baratura del jornal de la mujer (sic), fácilmente se obtendría el beneficio que este trabajo produce en las comarcas donde se ejecuta; y tratándose de una mercancía cuyo peso queda reducido a menos de la mitad una vez limpia, la economía en el transporte sería notable y, por consiguiente, de señalado beneficio para el industrial. Una vez lavadas las lanas, podrían servir para la fabricación de distintos artículos, entre los que las mantas figuran como muy indicadas; véase, si no, cómo transportada la materia prima que nos ocupa desde estas montañas a Mallorca, vuelve transformada a distintos mercados de la península, de los cuales nos hallamos nosotros muy próximos, gravada con gastos de transporte nada despreciables; lo propio podría decirse de las fajas, toquillas, etc., etc.

Las pieles de nuestros ganados, que también se exportan en bruto, podrían ser curtidas y constituir una fuente de riqueza, siquiera fuera destinándolas a la fabricación de badanas y baldeses, como hace Estella, cuyas condiciones de clima y posición geográfica difieren bien poco de las de Jaca.

También las maderas podrían ser, y seguramente serán, excelente base para el establecimiento en esta ciudad de fábricas de muebles, ya que el pino, y más todavía el haya, existen en bastante cantidad y se exportan en bruto cuando son susceptibles de aplicarse a la referida industria de muebles y aun a la construcción mecánica de puertas, balcones, tarima para suelos y otros usos análogos.

Sabido es que nuestra montaña suministra gran contingente para la fabricación de alpargatas , pues son muchos los que emigran al mediodía de Francia, principalmente a Olorón y Mauleon, donde tan alto grado de propiedad alcanza esta industria, que en más de una fábrica excede la producción y venta diaria de 500 docenas de pares. Los materiales necesarios para el artículo de que nos ocupamos son exóticos, y no sólo soportan los gastos de transporte para su introducción, sino que una vez transformados compiten ventajosamente en el mercado francés, traspasan los mares y alcanzan gran venta en las repúblicas sud-americanas. La alpargata es de grandísimo consumo en España, donde el ejército por si sólo necesita gran cantidad, y hay que decir en honor de la verdad que su fabricación mecánica se halla poco generalizada y está muy por debajo de la francesa. ¿No es sensible el ver que las nombradas poblaciones de Olorón y Mauleón disfrutan una vida próspera por el contingente que les prestan nuestros hermanos de aquende el Pirineo, quienes, si bien ganan regulares jornales, tienen que dejarlos, adquiriendo los artículos necesarios para su manutención y vestido, para el alquiler de las casas que ocupan, para los médicos que los asisten y para las necesidades todas de la vida? Preguntad a esos trabajadores de ambos sexos si prefieren un jornal de 2,50 francos en Olorón a otro de 2 pesetas en jaca, y seguramente os contestarán que esto último. ¿Cuanto representaría para la vida de nuestra ciudad el aumento de mil obreros, que al fin y a la postre so serían seguramente la décima parte de los que trabajan en el departamento de Bajos Pirineos?

En el próximo artículo entraremos en otra clase de interesantes consideraciones.

JUAN LACASA SÁNCHEZ-CRUZAT


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