"Los afanes de una vida"
Artículos en los semanarios jaqueses
"La Unión" y “El Pirineo Aragonés

JUAN LACASA LACASA

 

<<volver

RELATO DE UN VIAJE SUBMARINO ENTRE FRANCIA E INGLATERRA.
EL TUNEL DEL CANAL DE LA MANCHA

03/11/1995

Alguna vez, en este semanario jacetano, al comentar la gran obra europeizante que es el túnel carretero del Somport, dijimos que esperábamos de la providencia nos diera vida y salud para atravesar el túnel bajo el Canal de la Mancha. Se nos ha concedido esa gracia que, además de material, nos parece de alta significación moral, por cuanto tiene, para cualquier hombre de hoy, de símbolo de unión y fraternidad, de cooperación en pacíficos trabajos que desarrollan la obra del Creador.

A mediados de septiembre, en cinco días, hicimos cinco raudas etapas ferroviarias: Pau-París; París-Londres, por el túnel submarino; Londres-Bruselas, también por el túnel; Bruselas-París y París-Pau. Todo fue un milagro de presiones ferroviarias de puntualidades y facilidades. Y no menos sorprendente fue el simple hecho circulador, sin fronteras en tantas etapas por tres naciones soberanas, con apenas un único vistazo de segundos de un amable policía inglés al documento de identidad español.

Durante todo el viaje nos acuciaba un ansia informativa, un deseo de ver y conocer detalles, de cerciorarnos de cómo se ha hecho la colosal obra. No nos es posible, en alguna ancha plana de EL PIRINEO ARAGONÉS, decir cuanto hemos observado y sabido. Pero vayan unas notas que quizás muevan a otros jaqueses a repetir la fácil aventura. Con Jaca-Pau en auto estamos a no mucho más de una hora de la Red TGV (Tren Gran Velocidad), en alguno de cuyos tramos se alcanzan los 300 kilómetros por hora.

Precedentes históricos

Largo de dos siglos ha sido el antecedente, cambiante pero reiterado. Olvidemos a César o los normandos, que llegaron a pisar el suelo de la Gran Bretaña hace 2.000 o 1.000 años muy redondos. Dejemos a un lado nuestra fracasada “Invencible” y pongámonos en 1789, cerca de la Revolución Francesa y del tiempo napoleónico, cuando se supera el Canal sin navegar por mares en un globo de hidrógeno.

Surge el hecho ferroviario a vapor y en 1830 está en marcha el tren Liverpool-Manchester. En 1863 se ensaya el Metro en Londres. El Canal de Suez es de 1869. Marconi enlaza telegráficamente sin hilos las comunicaciones Inglaterra-Continente, y el aviador francés Bleriot vuela en 1909. Es de 1914 el Canal de Panamá. Los primeros grandes túneles en el Continente vencen a los Alpes en Mont Cenis en 1861 y el San Gotardo en 1880.

Terrible intermedio fue la descomunal lucha aviatoria guerrera de 1939-1945. Incluso eso fue contradictoriamente una muestra del acercamiento técnico, ajeno a los terribles fines.

Túnel Submarino

En fin, mil hechos contribuyen a que a finales del siglo XX haya madurado y alcance realidad ese túnel de unos 40 kilómetros en lo submarino, por el que los trenes, con viajeros sueltos o con vehículos unen en 20 minutos la costa francesa de Calais y la inglesa de Folkestone, la región de Lille con el suave condado de Kent.

Mínima incidencia fue una parada en el túnel, con tranquilizador aviso de simple juego momentáneo de señales, en afán de seguridad. En lo material reciente, para servir al Eurotúnel, se han ultimado nuevas o renovadas estaciones de sorprendente claridad y materiales ligeros, como París-Nord, Lille, Waterloo en Londres y Midi en Bruselas.

Hay un curioso hecho psicológico consecuencia de lo material tan logrado. La sensación es que los ingleses son menos distintos de los continentales después del túnel. París y Londres se asemejan en sus inmensidades metropolitanas, vencidos por la red ferroviaria. Incluso los taxis tienen para nosotros una mayor analogía.

Del anecdotario inacabable, señalemos la fecha de 1 de diciembre de 1990, apenas hace cinco años, cuando se enlazó las perforaciones de Francia e Inglaterra con los obreros Cozette y Fagg, sacados a suerte entre las plantillas de las empresas constructoras.

El milagro tiene un fallo transitorio. Es la hora de la factura. En el juego de millones y billones, en libras, francos o pesetas comparadoras, renunciamos a la serie de ceros y pensamos, después de un folio de números, que el túnel de la Mancha ha costado unas 50 veces lo que está costando el Somport. La obra se ha hecho sin dinero público, con créditos de cientos de bancos en todo el mundo y unos 600.000 accionistas que están viendo oscilar casi en ruleta el precio de la acción, hoy muy depreciada, después de momentos altísimos en la cotización. Hay unos 500.000 franceses y unos 100.000 ingleses.

De los personajes en juego, técnicos con geólogos y miles de sondajes, contratistas de talla mundial y políticos, señalemos a Mitterrand y la Sra. Thatcher más la reina Isabel II de Inglaterra.

Problemas comparados con el Somport

Otra nota nos recuerda los problemas, ínfimos comparados, pero que nos afectan entre nuestro túnel y el de la Mancha. El lado francés desde París a la costa francesa, tiene una vía perfecta y totalmente adecuada a la potencia de arrastre y velocidades de los inmensos trenes, mientras que el recorrido Londres-Folkestone está anticuado y falto de renovación para la modalidad de los TGV, trenes de gran velocidad. Hay una lógica exigencia francesa de mejora de la línea inglesa. Se necesita túnel y buenas vías.

En el Somport carretero habrá un buen túnel y dudosa mejora de la carretera francesa, en solo decenas de kilómetros, pero decisivos en las angosturas del Valle de Aspe.

Fin de trayecto

En estas semanas la empresa “Eurotunnel” ha aplazado por año y medio el pago de intereses de los miles de millones aportados por los bancos, todo ello previsto en los minuciosos contratos. En agosto de 1995 han pasado el túnel 850.000 viajeros y parece que han arrebatado ya un 30 por ciento de los viajeros aéreos. Los ferrys marítimos han respondido a la competencia submarina con bajas de tarifas y mantenimiento de la libertad de impuestos aduaneros, no posible para los del túnel. El tiempo resolverá las tremendas novedades y vendrá el reajuste hacia una nueva estabilidad.

Terminé mi viaje saliendo de Bruselas a las 8 de la mañana y durmiendo en Jaca, con tres horas de mediodía cómodo en París. Repito mi gratitud a la Providencia que me ha permitido este viaje y pido excusas al lector por el desorden forzoso de esta noticia. A disposición de todos tengo libros y prensa que me han dado muy amplia información.

JUAN LACASA LACASA

subir^^
siguiente
>>