"Los afanes de una vida"
Artículos en los semanarios jaqueses
"La Unión" y “El Pirineo Aragonés

JUAN LACASA LACASA

 

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CONFERENCIA DEL DR. SOLSONA MOTREL, EN EL CASINO DE LA UNIÓN

01/12/1989

El sábado 25 de noviembre, tuvo lugar, dentro de los actos conmemorativos del Centenario de La Unión, esta disertación, que alcanzó altísimo nivel, por la personalidad del conferenciante, la materia que había elegido y por la perfección formal, en exacta dosificación de lo erudito y lo ameno y agradable.

El presidente del Casino Pascual Rabal Pétriz abrió la sesión con sentidas palabras de satisfacción, saludo al orador y comentario a la significación del acto, con emotivo recononimiento a personas ligadas a la vida de La Unión. Encomendó al firmante la presentación del orador.

Al saludar al Dr. Solsona, quisimos poner de relieve como su actividad en el ámbito cultural zaragozano y aragonés, desde la Presidencia del Ateneo, se engarza en la mejor tradición de los que nos permitimos llamar “Médicos de Letras”, con los nombres de Santiago Ramón y Cajal, Pedro Laín Entralgo y especialmente Ricardo Royo Villanova, tantos años Rector de la Universidad de Zaragoza, 31 años Presidente del Ateneo y presente decisivamente en el arranque de los Cursos de Verano.

El texto de las palabras íntegras del Dr. Solsona fue recogido en magnetófono por el director de este Semanario y luego llevadas por él mismo con exactitud a amplios folios. Nosotros intentamos resumir, con dificultad, por la riqueza y variedad del contenido, los temas y líneas esenciales del discurso.

Don Fernando Solsona dijo ante todo sentía una triple satisfacción, por colaborar en este Centenario, por creerse unido a lo universitario jaqués y por encontrar aquí muchos amigos. Respecto a los Médicos de Letras dijo que le parecía serlo solo de una, la Jota, a la que desde luego ha dedicado su atención y trabajo.

Entró en el examen de Ateneos y Casinos, que confundidos en muchas etapas se van decantando y separando en sus funciones hacia comienzos de este siglo, con personalidad distinta sin abandonar sus contactos. En esencia ambos sirven, matizando sus preferencias, a la pacífica convivencia, haciendo del “homo sapiens” también el “homo conviviens”, a la amena conversación, a las buenas lecturas.

El Ateneo de Zaragoza ha encontrado cobijo gratuito, desprendidísimo, durante unos 80 años, en el Casino Mercantil de Zaragoza, con el magnífico Salón de Actos, lamentablemente desaparecido, la Secretaría, la calefacción y el grato ambiente. El Mercantil, nacido a mediados del XIX, albergó en sus locales a lo mejor y más activo de la sociedad aragonesa y allí se forjaron grandes empresas materiales, como el Canfranc, el Ferrocarril de Utrillas, las Azucareras o las Eléctricas Reunidas, ejemplo de integración hacia 1910, de tres antiguas sociedades, que incluían a la Electra Peral, del inventor del submarino. Es una lástima que el magnífico inmueble del Coso zaragozano se haya ido diluyendo sin encontrar manos públicas que lo salvasen.

En diversos momentos aludió Solsona al concepto de Cultura, que naturalmente significa cultivar, sea la tierra o sea el hombre y la sociedad misma y entera o sus grupos. Sus fronteras se amplían y sus confines no son claros, resultando por esto difícil de definir. En cuanto al Ateneo, destacó la gran personalidad del esencial fundador, el altoaragonés, de estas tierras jaquesas, Don Joaquín Gil Berges, en 1864, con vida pues ahora de 125 años. Llamado a funciones políticas en 1873 en Madrid, con el desempeño de dos Ministerios en la I República, regresó a Zaragoza y fue clave en la continuidad. Le sucedieron nombres importantes, como Escosura, Isabel, Borobio, Iranzo, Bastos, Arlanza, Royo Villanova o Laguna Azorín, que simultaneó con la Presidencia del propio Mercantil, y más modernamente Luis Horno, José Giménez Aznar, Tomeo, Vitoria o la accidentalidad de Pedro Galán Bergua.

El Ateneo logró la presencia de grandes figuras españolas, como Zorrilla, los Quintero, Linares Rivas, Clarín, Marañón, Laín Entralgo o Camón Aznar. Y el excepcional nombre de Alberto Einstein, el físico de la Relatividad.

En el examen de lo contemporáneo y actual se refirió con detalle a los grandes cambios de ambientes y costumbres que se suscitan por la propia evolución de los medios materiales comunicativos, con la Televisión. Los horarios de esta y los de la jornada continua de trabajo implican nuevos hábitos, otras formas de la convivencia familiar.

Sobre la actividad del Ateneo de Zaragoza, con su propia presidencia ya de nueve años, desde 1980, señaló que estima se está haciendo con ajuste a estas evoluciones. Por ejemplo, frente a las antiguas tertulias de carácter general, diarias, tras la comida, en que se hablaba de todo y por todos, se hacen ahora en el Ateneo tertulias especializadas y monográficas, de reunión semanal o mensual. Citó las de Arte Lírico y Música, con audiciones de cientos de grabaciones en discos, por ejemplo con la colaboración del ateneísta Pablo Santolaria y su colección de 15.000 antiguos. Otra es la de Tauromaquia no solo en lo estricto espectacular sino en los amplios ambientes de lo taurino. Otra es de Historia de la Ciencia. De gran actividad es la Latassa de libros, bibliografía en general, edición de facsímiles, divulgación y suscripciones. La Miguel Labordeta es de poesía. Se preparan las de filatelia y numismática o a de médicos y humanistas.

Son ya seis los viajes anuales culturales por tierras de aragón a mitad de Junio, hacia lugares significativos y honrando personalidades allí nativas, por Cinca y Alcanadre, Casbas, Siétamo, y Barbastro. Últimamente a Monzón y la Baja Ribagorza.

Especial preocupación mostró en lo relativo a financiación de lo cultural, Estimaba que entidades como el Ateneo tan vocacionalmente y desinteresadamente volcadas hacia la Cultura, merecen la ayuda de los entes públicos, sean Gobierno Central, Regional o Diputaciones Provinciales y Ayuntamientos, así como de las Cajas de Ahorros y otros poderes financieros. Todos ellos, con sus amplios medios de dinero, personal, locales y demás resultan verdadera competencia desleal frente a Ateneos y Círculos.

Al ir cerrando sus palabras, hubo de referirse a resumir el hacer del Ateneo zaragozano, con 84 actos entre Noviembre de 1988 y Junio de 1989, con excelentes protagonistas, gran público asistente, uso de los modos clásicos como la conferencia o el concierto, o los muy modernos como lo audiovisual, personalizado en el ateneísta Manuel Muñoz Cabeza, sobre los más diversos temas de zonas o paisajes y también de personas concretas.

El mismo día 20 de Noviembre ha tenido lugar, en la iglesia de San Pablo de Zaragoza, el acto inaugural del Curso 1989 – 1990, con la doble intervención de Antonio Ubieto Arteta y concierto de piano por el gran artista aragonés Luis Galve, reintegrado a Zaragoza en su alta edad y en plenitud de facultades y entusiasmo musical. Hacía un año que en acto semejante actuaron Manuel Alvar, poco después nombrado Presidente de la Real Academia Española de la Lengua y José Luis González Uriol. En concierto de clavicémbalo.

El Ateneo mantiene abiertas las series de publicaciones Cuadernos del Ateneo y Nuevas Ediciones. No se desanima ante las dificultades del alto coste y busca con insistencia el mecenazgo.

El orador nos hizo saber su satisfacción y su gratitud por la manera atenta y de cálida presencia del auditorio. También en nombre de éste, desde el ambiente jaqués todo y en especial del Casino de La Unión, hemos de proclamar nuestras gracias al Dr. Solsona, que con su presencia ha elevado a máxima altura esta centenaria conmemoración.

JUAN LACASA LACASA

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