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"Los afanes de una vida"
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NUESTRAS CARRETERAS28/04/1989 |
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Desde la Jacetania, más ampliamente desde estos valles altoaragoneses, contemplamos con afán, casi con egoísmo, la evolución y progreso, las perspectivas de mejora, de esas arterias de la geografía, sobre ella del cuerpo social, que son las carreteras de toda categoría. En una obra importante del geógrafo de Toulouse Max Daumas hay un espléndido gráfico, con frecuencia reproducido, sobre cómo, desde finales del XIX y muchos decenios del XX, fue ascendiendo en Aragón la red carretera, que presentía la revolución automóvil, desde la tierra baja hacia la frontera pirenaica. Ahora, en el momento de autovías y autopistas, se acelera esa progresión, se aspira a lo perfecto y se señalan circunstancias y fechas mágicas, Mercado Común, 1992 ó 1998 como perspectiva inmediata de los logros. Desde nuestro Noroeste aragonés podemos considerarlo algo remoto, lo de media distancia relativa y lo muy próximo. Y a la vez verlo desde los dos lados pirenaicos, lo español y lo francés. Las autopistas españolas que nos interesan por hoy quedan apoyadas en el Ebro y desde Zaragoza se va por ellas a las dos costas. La autovía Madrid-Zaragoza va siendo algo lenta realidad, pero mientras se discute la autopista, tal autovía se aproxima al acabamiento. Más lejano parece el logro Zaragoza-Valencia, que Aragón quiere al menos pronto hasta Teruel. De interés ya muy propio desde aquí es el recorrido Zaragoza-Somport. Es patente que se avanza en variantes o travesías exteriores en Huesca, Sabiñánigo y Jaca y hasta en el propio Candanchú parcialmente, que es muy fácil la autovía Zaragoza-Villanueva de Gállego, que puede subir a Huesca y que no parece inmediata al Somport. Y que será rápido completar Monrepós. Decisivo, importantísimo, es el nuevo túnel carretero por ese clásico recorrido del río Aragón. La reiteración de que debe emplazarse la boca española hacia la cota 1.150 basta para mostrar las ventajas frente a otros pasos como los 1.800 de Bielsa, los 1.600 de Viella o los 1.500 de Puymorens. Debe evitarse cualquier tímido regateo francés hablando de Rioseta a 1.350. Eso seguiría sin remediar nada frente a la nieve. Todo esto, dicho a vuelapluma, muestra un patentísimo esfuerzo español que creemos no es correspondido en el lado galo, al menos por ahora. El simple recorrido reciente Somport-Pau ofrece una heterogeneidad, con la densidad de tráfico en la salida Pau-Gan, la no difícil topografía Gan-Olorón y las pequeñas mejoras parciales, algunos puentes retocados, poco más, de Olorón a Bedous y la final estrechez y retraso en la subida francesa al Somport en muy difícil escenario natural. Ya situados en Pau, la ciudad de Enrique IV es el punto central de la Y griega hacia Toulouse y Burdeos, que nos adentra a cientos de kilómetros al Macizo Central o hasta la costa atlántica, con mejor estado actual lo de Toulouse y peor el de Pau-Burdeos. Hay que desear que en todos los grados de la decisión técnica y administrativa de nuestros vecinos, Estado, Regiones, Departamentos, París, Burdeos, Pau mismo, se agudice la conciencia de las necesidades del tránsito central pirenaico y que lo bueno de paralelas al Norte del Pirineo, en el llano francés, se complete decididamente en lo vertical y transversal. Por resumir, la gran coordinación a medio plazo, de temer que a lejano, fácil de evocar y muy trabajoso de lograr, es el eje Atlántico-Mediterráneo Burdeos-Pau-Somport-Jaca-Huesca-Zaragoza-Teruel-Valencia, de tan diferente adscripción y estado en la realidad presente. Mirando a la diaria gestión, totalmente esperanzadoras nos parecen las comparecencias en París, diciembre último, de los Ministros Cosculluela y Maurice Faure, las subsiguientes reuniones de técnicos en febrero y marzo, en relación con el nuevo túnel carretero del Somport, las subastas de variantes y la labor instigadora y promotora, con avance de proyectos, de la Diputación General de Aragón. Muy simbólica es la foto reciente en que el Presidente aragonés, Gómez de las Roces, está con los franceses sobre el terreno y los dos indicadores de distancias 78 kilómetros a Pau, 175 a Zaragoza, desde la futura boca del túnel nuevo en el lado Norte, total 253 kilómetros Pau-Zaragoza, que deberían recorrerse en dos horas y media. Queda lo paralelo al Pirineo en el lado español, como ir mas deprisa de Pamplona hacia Andorra y Cataluña alta. Sabemos que hay un orden de prioridades y decía bien en Jaca hace poco el Consejero Maggioni que pudiera ser preferente el eje vertical y la mejora hacia el tan lejano Teruel. Idea suya clara y muy concreta, para visión más remota, de decenios al menos, es ir considerando el Pirineo como un macizo interior y no como la actual frontera. Al menos van surgiendo algunos postes con estrellato europeo y un deseo de olvidar pronto las clásicas aduanas, tan anacrónicas como peajes medievales. Verdadero esfuerzo aragonés consideramos es el Plan decenal de Carreteras, desde la administración autonómica, con más de 60.000 millones en el primer quinquenio y llegar a los 100.000 con el segundo. Hay que esperar que no haya dificultades para la realidad financiera de ese Plan. Esta exposición puede parecer ambiciosa y quizás no metódica ni detallista, demasiado sintética ante tan grandes problemas. Pero creemos a la vez que puede expresar el sentir de muchos preocupados por nuestros problemas de comunicaciones.
JUAN LACASA LACASA |