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"Los afanes de una vida"
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DON MIGUEL SANCHO IZQUIERDO HA MUERTO16/12/1988 |
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Se aproximaba a centenaria edad, nacido en la turolense Calanda en 1890. Sabíamos de su temple y salud a través de sus hijos y hasta él mismo nos dedicaba alguna línea escrita estas semanas, cuando le quedaba medio mes de vida. Tiene un agridulce sabor esta longevidad, que no puede resultar excepción frente a la muerte. Ha vivido mucho, ha trabajado mucho y se va con la paz de los justos, de los cristianos convencidos e invariables. Dios le habrá dado el premio a sus virtudes. Los medios zaragozanos han hablado de él en lo universitario y cultural, en la Facultad de Derecho, en el largo Rectorado, en las Academias, en la Prensa, también en lo político con preocupaciones sociales desde el ángulo de la doctrina católica, en lo empresarial, en lo ciudadano todo. Aquí en Jaca nos corresponde recordar su hacer de muchos decenios en la tarea universitaria veraniega y en otros campos. Lejanía de 1927 cuando Miral, ignorando dificultades abre el Curso I, sin Residencia, sin alojamiento adecuado para los extranjeros que acuden ya. Don Miguel está junto al Fundador el día legendario de la primera piedra, ante el Presidente del Gobierno General Primo de Rivera. Aquel verano habla aquí por primera vez en el Teatro Unión Jaquesa, sobre Feminismo. En otra jornada ha subido a Collarada, para dominar el paisaje aragonés desde cumbres pirenaicas. Es de 1929 la foto de aquellos pioneros, entre los cimientos de la Residencia que va a alzarse rapidísima. El propio Miral, Carlos Riba, Camón, Boya, Pabón, Monreal, los profesores extranjeros Barker de Cambridge o el muy activo francés Sauveplane. Sancho Izquierdo queda enseguida clasificado como orador elocuente, católico militante, respetuoso y comprensivo con toda ideología diferente. Va estableciéndose familiarmente aquí, con su esposa bondadosísima, enterada y culta, y que resultará muerta jaquesa un verano, tras decenios. Les nace un hijo jaqués. Y así va pasando la primera etapa universitaria hasta la guerra española. Muy importante para los Cursos resultaría que, extinguido el mandato rectoral de Don Gonzalo Calamita, sea designado Sancho Izquierdo por el Ministro Ibáñez Martín en Septiembre de 1941. Los Cursos acababan de ser reanudados, con nuevas orientaciones, sobre todo ante la natural ausencia de extranjeros, por la Guerra Mundial. Hay un doble movimiento. Por un lado, la naciente cooperación del recién creado Consejo Superior de Investigaciones Científicas, a través de José María Albareda Herrera, muy afín ideológicamente a Sancho Izquierdo. De otro, no sin dificultades anejas, la sucesiva presencia de los Institutos idiomáticos, de Madrid, de los países beligerantes esenciales, alemanes, ingleses y franceses, con nombres importantes que también quedarán en la historia de los Cursos. La paz de 1945 permite abrigar nuevas esperanzas y ya desde 1946 reaparece la clásica orientación primitiva. Gran acierto de Don Miguel es situar a Gómez Aranda como Director, tras la pasajera presencia de Camón Aznar, que pasa a lo madrileño pero no olvidará a Jaca. Hasta 1954, sucedido Sancho Izquierdo por el Dr. Juan Cabrera Felipe, habrán de seguir los Cursos de las Facultades zaragozanas, y Jaca resulta, además de acogedora de extranjeros, sede de reuniones científicas de españoles, en altas y variadas especialidades. También se preocupa Don Miguel del patrimonio inmueble universitario y adquiere los terrenos hoy jardín al Norte de la calle Universidad o el viejo edificio Peire, que por cierto continúa prácticamente en el estado de entonces, necesitado de renovación. Se atiende a otras materias que arraigan y alcanzarán tradición, como las Semanas musicales, principalmente con Pilar Bayona y Federico Sopeña, o el Derecho Foral Aragonés. Tras dejar el Rectorado, Don Miguel sigue viniendo a Jaca. Muy avanzado octogenario, habla con la elegancia habitual en la apertura de 1977, al medio siglo de su inicial llegar aquí. Solo recientes achaques, mejor tranquila decadencia biológica, lo habrán de alejar de nosotros. Faceta importante resultará también su actividad pro San Juan de la Peña. Mueve el antiguo Patronato, como Presidente por el Rectorado, y figura entre los fundadores de la Hermandad de Caballeros en 1950 siendo su Hermano Mayor durante veinte años, hasta 1970. Durante aquella etapa se encajará la gran jornada de 29 de Junio de 1959, con la llegada del Santo Grial y las más altas representaciones españolas. Siempre nos quedarán mil andanzas de Don Miguel. Sus hijos le continúan muy presentes aquí. Lógicamente larga, como el tiempo real recordado, es esta evocación del estar y el hacer de Sancho Izquierdo en lo jaqués, en el amarnos y entendernos. En la hora de su definitiva ausencia, EL PIRINEO, en el que colaboró muchas veces, expresa a los suyos su pena muy sentida y su gratitud al hombre, al Rector, al maestro y al amigo. JUAN LACASA LACASA |