"Los afanes de una vida"
Artículos en los semanarios jaqueses
"La Unión" y “El Pirineo Aragonés

JUAN LACASA LACASA

 

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EL CANFRANC, INQUIETUD QUE NO CESA

05/09/1986

La bondad de amigos franceses que conocen nuestro interés de siempre por el Canfranc hizo que fueramos convocados a título personal a una muy interesante reunión pro reapertura de la línea, que iba a tenerse en el Ayuntamiento de Bedous, el sábado 3 de agosto. Encontramos hasta cincuenta personas de muy diversa extracción, pudiendo llamarlas las fuerzas vivas del valle del Aspe, entre ellas bastantes ligados en las últimas etapas al servicio ferroviario a través del túnel. Pero también había, junto al señor Alcalde de dicho Bedous, otros muy representativos como M. Alain Cazenave, de la Confederación de Asociaciones de Usuarios del Transporte, sigla CNAUT, o un antiguo médico de la SNCF de la comarca de Bayona, M. Vaillant, que se mostraron especialmente conocedores de cuanto concierne a la línea Pau-Zaragoza. Alain Cazenave había venido a Jaca en inicio de enero de 1986, a través de la nieve del Somport, y nos había hecho entrega de un interesantísimo estudio de perfiles, topografía y alturas de la línea desde el túnel a Pau, novedades españolas ferroviarias como el TALGO, que al ser muy ligero permite facilitar la tracción y, en fin, cuanto podía ser útil para considerar la reapertura del Canfranc.

Confirmamos la observación ya reiterada del diluimiento del interés francés. Hay más deseo en Bedous que en Olorón, aquí más que en Pau, aquí más que en Burdeos, aquí más que en París, como unos grados de 100 a 0. Frente a ello, nos permitimos insistir a esos amigos, en la larga sesión de tres horas, que deben prodigar su acción reiterada, diaria, noblemente exigente casi coactiva políticamente, cerca de todos sus representantes, alcaldes de los grandes centros, consejeros generales del Departamento, consejeros regionales ahora, diputados y senadores de Pirineos Atlánticos en las Cámaras de París, ministros del ramo. No basta la voz, noble pero forzosamente reducida, de quienes están asentados en los últimos 25 kilómetros del Canfranc en el lado francés. Hay que gritar desde mayores longitudes.

También quisimos subrayar que España está haciendo mucho más que Francia por reabrir. Al menos los servicios Madrid-Zaragoza-Huesca-Jaca-Canfranc están mejorados, por ejemplo, con el TER diario desde la capital de España, el Tren Estrella a las Estaciones de Nieve o el logro elemental, pero por el que hubo que trabajar, de que no se diera por suprimible en 1984 el tramo Huesca-Frontera cuando se trataba de cerrar 3.000 kilómetros entre los 13.000 de la ya escasa red española.

Igualmente expusimos lo relativo al comercio de importación de maíz. Estos días, en alguna prensa madrileña ha aparecido muy interesante texto con la nueva situación del comercio de cereales tras la entrada de España en el Mercado Común. Pudiéramos decir que, empezando con camiones, acaso no esté lejana la llegada de lo equivalente a un tren diario de maíz, mostrando las posibilidades de tráfico. Los franceses sabían también de la General Motors en Zaragoza. Hay que apoyarse en hechos nuevos más o menos recientes y ajustar el Canfranc a la hora de ahora.

En nuestro bucear por lo histórico del Canfranc, aunque la mera evocación no sirve para ponerlo en marcha, queremos citar dos textos, uno que nos resulta nuevo o ignorado en nuestro archivo y otro refrescado y releído. El primero es una carta manuscrita del joven Louis Barthou, ya concejal de Pau, a mi padre Juan Lacasa Sánchez Cruzat, desde Pau a Barcelona, donde vivían cada uno, recién venido Barthou de la Exposición de París de 1889, que había dado ocasión para erigir la Torre Eiffel, a la que llama muestra del genio de Francia y casi gloria de la Humanidad, muy progresista. Animaba a mi padre a visitar París. Era aún el tiempo de las diligencias, sin tren en Jaca y llegado a Olorón 6 años antes.

El otro texto, es un periódico de Pau del 18 de julio de 1861, hace 125 años ahora, en que se narran a cinco columnas los solemnes actos tenidos en este fraternal valle del Aspe con motivo de acometerse los últimos ocho kilómetros de carretera internacional, por Somport, del lado francés, con Napoleón III aún. Todo esto sorprendió a esos amigos de Bedous y nos dio ocasión a todos para reavivar la amistad transfronteriza y no cejar por la batalla. Finalmente, se nos mostró una carta de fin de junio de la gran personalidad bordelesa y nacional de M. Jacques Chaban Delmas, que afirmaba otra vez la actual gran prioridad a la ruta carretera del Somport, que imaginamos verdadero enlace a través de nosotros, de este Alto Aragón Occidental, con la red europea de autopistas apoyada en el sur de Francia.

Muy grata nos fue en Bedous también la presencia y compañía española de don Julio Ara, en representación de la Alcaldía de Canfranc. Verdaderos gemelos de Bedous, los canfranqueses son una baza simbólica y objetiva, a la vez, en la defensa de cuanto lleva su nombre.

JUAN LACASA LACASA

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