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"Los afanes de una vida"
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GRAN SUPERACIÓN EN LA CONVOCATORIA POR SAN INDALECIO.PRESENCIA DE 49 CRUCES PARROQUIALES EN LA ROMERÍA07/06/1984 |
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Los felices augurios que se formulaban hace un año, cuando 29 cruces parroquiales acudieron a San Juan de la Peña el 12 de Junio de 1983 se han cumplido felicísimamente y este domingo 3 de Junio de 1984 han sido 49 las cruces que desfilaron procesionalmente desde el Monasterio Alto o Nuevo al Bajo o Viejo regresando por el mismo recorrido. La moderna senda hecha asfalto y aun pista para automóviles recogía las pisadas sucesoras de los medievales cumplidores de Voto, en un espléndido revivir de añejas tradiciones, en una admirable continuidad histórica que estimula y anima a seguir recuperando esta expresión de unidad comarcal. Verdadero milagro del Santo parecía la jornada atmosférica que logró unas horas de claridad y sol y una eliminación de nubes amenazantes, entre dos temporales de lluvia de los días sábado 2 y lunes 4. Nada desanimó a los romeros que salieron de sus lugares de la dilatada geografía del Voto y vencieron incomodidades e incertidumbres, con generoso desprendimiento de costes de sus viajes. El trabajo de los organizadores, en especial de José María Palacín y Miguel Medrano que recorrieron decenas de localidades y movilizaron conocidos y relaciones, apoyó decisivamente la excelente disposición de los señores Párrocos y de las autoridades locales, que habían quedado concienciadas con el amistoso requerimiento escrito de la Hermandad de Caballeros de San Juan de la Peña y de la Alcaldía de Jaca, con el beneplácito del Administrador Apostólico, Obispo de Huesca Don Javier Osés. Pero este esfuerzo de convocatoria se apoyaba felizmente en una no extinta memoria de la celebración. Como el año anterior, fueron las pequeñas comarcas más próximas a San Juan las que dieron la mayor asistencia. Intentamos citar a todos y de nuevo lamentaríamos cualquier omisión. De la Solana derecha del río Aragón estaban Abay, Araguás del Solano, Ascara, Asieso, Banaguás, Caniás, Novés y Las Tiesas. Avanzando por la derecha del río, Santa Cilia y Somanés. En el valle de Hecho, esa importante y bienvenida localidad, Javierregay y Santa Engracia. Siempre en el Oeste de Jaca y ya en la izquierda Atarés, Binacua, Bailo, Arrés, Arbués, Alastuey, Larués y Santa Cruz, tan vinculada ésta a San Juan. Más en la lejanía de comarca hoy débil, Artieda. En el Valle de Canfranc, esta vieja localidad rural y la Parroquia de la Estación Internacional. En las alturas, Aísa, Esposa y Sinués. En el feudo de Mosen Benito Solana, Bernués, Botaya, Centenero, Ena y Osia. Al Este de Jaca, Guasa, Baraguás, Orante, Barós y Gracionepel. Ya en tierras del Gállego, límite del Voto en su derecha, Senegüé y Sorripas arriba y Rasal abajo. De Jaca Ciudad se movilizaron nada menos que ocho cruces, las propias de las Parroquias de Catedral, Santiago y Corazón de María o Estación, más la de Yosa conservada en el Tesoro de la Catedral, verdadero símbolo de la casi extinta Garcipollera, una de tierras por Ruesta y dos sin identificar y que simbolizaban muchísimos pueblos amortados ahora. |
Se penetró en el recinto del Monasterio Viejo en plenas obras restauradoras, y en improvisado altar, cubiertos los ábsides por el andamiaje de los trabajos concelebraron con Don Benito Solana los Párrocos de Santa Cruz, Abay, Santa Cilia y otros lugares, Don Antonio Auria y los Padres Capuchinos Antonio Aguar y Carlos Andueza. Los Padres Escolapios fueron esforzados colaboradores, movilizando autobús y portando personalmente con alumnos del Colegio las Cruces del Tesoro de la Catedral. Alzadas sobre sus astas, las Cruces rodearon a los celebrantes y se escuchó devotamente la enjundiosa homilía del incansable Párroco de Bernués, que documentadamente evocó el recorrido por las Españas musulmana y cristiana del siglo XII de las cenizas de San Indalecio. Ya de regreso, finado el recorrido procesional se rindió homenaje a la Cruz de Botaya, cabeza del término municipal a que ha pertenecido San Juan secularmente y hoy integrado en el Municipio de Jaca. Nuestro Ayuntamiento había organizado el acostumbrado festival de deportes populares aragoneses y los juegos infantiles, con la presencia de los Concejales señores Lope y Betrán que se unieron a los promotores de la jornada. La comida de Hermandad, en la Hospedería del Monasterio Alto, con rústico y casi austero menú aragonés de migas, huevos, ternasco y vino tinto, terminó muy grata y animadamente con el obsequio de café, copa y puro, generoso regalo de la Caja Rural de Jaca, que apreciaron mucho los romeros. Solo queda expresar muy sentida gratitud a los pueblos dichos, a sus romeros y representantes, a los Párrocos y Autoridades Locales, cooperadores todos de esta hermosa jornada comarcalista y devota. Y se puede soñar un poco más hacia el futuro, pensando en lograr todavía unas decenas más de Cruces, perfeccionando un registro de ellas, localizando las de pueblos extintos e incluso preparando, si ello mereciera la aprobación eclesiástica, la presencia de la Urna de San Indalecio en los montes donde tantos siglos permanecieron sus restos, en viaje ahora de ida y vuelta desde nuestra Catedral. La Hermandad de San Juan de la Peña seguirá esta promoción.JUAN LACASA LACASA
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