"Los afanes de una vida"
Artículos en los semanarios jaqueses
"La Unión" y “El Pirineo Aragonés

JUAN LACASA LACASA

 

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OBRAS EN EL MONASTERIO VIEJO DE SAN JUAN DE LA PEÑA

08/03/1984

El 24 de Enero de este 1984 puede resultar un día importante, histórico inclusive, para nuestra venerable reliquia románica. Tras unos cincuenta años de silencio, restauración de Iñiguez Almech hacia 1.935, ha permanecido olvidado en este aspecto, pues el esfuerzo de decenios recientes, en especial entre 1.950 y 1.960, se concentró por Bellas Artes y otros organismos en el Monasterio Nuevo o Alto, barroco tardío de hacia 1.700 y de mucho menos valor arqueológico, pero también significativo, al presentar ese Nuevo tan avanzada ruina que de no haber acudido a ella hubiera desaparecido. La construcción de la Hospedería hacia 1.957, por la Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja, marcó un momento de recuperación y digna acogida de visitantes.

En ese 24 de Enero ha comenzado la inversión de casi 21 millones de pesetas, resultado de asignación de Bellas Artes del Ministerio de Cultura de Madrid, por cierto en fase avanzada de transferencia a la Diputación General de Aragón. Durante más de dos años hemos perseguido en dicho Madrid, en nombre de la Hermandad de Caballeros y también del Patronato surgido en 1935, la realidad de la propuesta que arrancó de la Delegación de Cultura de Huesca. Se redactó el proyecto por el Arquitecto Ramón Bescós Domínguez, que realizó varias visitas al momento en larga etapa. Todo culminó con la subasta y adjudicación al especializado en restauraciones artísticas Construcciones Tricas de Zaragoza, que ya había actuado en diferentes momentos en los Monasterios.

Se quiere dar a estos importantes trabajos el más acertado y eficaz sentido. Aunque la consignación es amplia, resulta decisivo distribuirla en todo aquello que contribuya a la más larga permanencia del monumento, a la conservación de su autenticidad y hasta su espectacularidad, conjugando criterios técnicos y estéticos.

En la Diputación General de Aragón, bajo la presidencia del Consejero de Cultura José Ramón Bada y también sus colaboradores Director General Simeón Martín y Jefe de Servicios Herminio Lafoz, se han celebrado reuniones y se ha examinado el Proyecto en unión de su autor. La última visita del Arquitecto Bescós se ha producido el 10 de febrero.

Tras enormes etapas de abandono y real reducción de la primitiva fábrica, desde 1.700 más o menos hasta que los Benedictinos dejan el Monasterio Alto en 1.835, la presencia de ellos, aunque no habitadora del Viejo, aun iba defendiendo lo que se hacía Arqueología y dejaba de ser funcional respecto a su primitivo fin conventual. Pero a lo largo del siglo XIX, aunque teóricamente quedaba al cuidado de diferentes organismos, con predominio de la Diputación de Huesca al principio, no tuvo atenciones importantes.

Hacia final del XIX actúa algo el arquitecto Ricardo Magdalena. Hacia 1.920 interviene el Arquitecto Municipal y Diocesano de Jaca Francisco Lamolla, no acertadamente. Fue en el 1.935 dicho al principio cuando aparece Francisco Iñiguez Almech y lo deja en su actual estado. Este técnico ha muerto en Pamplona recientemente, a avanzada edad, y aun en ese final de su vida logramos que amablemente atendiera el coordinar con el actual Ramón Bescós.

En el conjunto de las personas, representantes oficiales, eruditos e historiadores, especialistas del Románico, que están opinando sobre el trabajo actual, domina el criterio de que ante todo se haga una extensa eliminación de humedades, real problema que a la larga es el más peligroso por la inserción en 1a roca del Monasterio y su escondida orientación con escaso soleamiento, se reponga totalmente la cubierta, se garantice la firmeza del claustro, se atiendan junto a éste las capillas de San Victorian y San Voto, se signifique el Panteón de los Reyes en la versión Carlos III con gran reparación del estuco al fuego con escenas de la historia aragonesa maltratadísimos por desaprensivos visitantes, se renueve el pavimento de mármol, se adecenten las 27 placas con inscripciones funerarias, se limpie el altar y demás, atendiendo también a la iglesia superior en la zona absidial sobre todo. Igualmente se quiere hacer mucho más eficaz el alumbrado, pues la no lejana instalación de 90 puntos de luz ha resultado en mucha parte ineficaz y costosísima de reponer por humedades.

Hay puntos polémicos, como acertar en lo que sería adecuado para cierre y defensa climática del Claustro, dominando la opinión de que se conserve todo lo posible la actual espectacularidad, que al que llega le ofrece, casi teatralmente, la roca, el Románico de los capiteles y el Gótico de San Victorian, en una estampa que se ha hecho clásica medio siglo. Estamos visitando con frecuencia el monumento, queriendo llevar a cuantos intervienen el calor y el entusiasmo jaqués por San Juan. A todos los nombrados, a cuantos en este tiempo están colaborando, deben Jaca y también Huesca, Aragón y España, la más honda gratitud.

Por su parte, el ICONA, que representa allí una larga y eficientísima tradición de los Ingenieros de Montes, proyecta un aparcamiento en el final o llegada del camino desde Santa Cruz, naturalmente también con especial respeto al lugar forestal y de altísimo valor ecológico. El Ingeniero Jefe Jesús Peña está en la mejor disposición para coordinar con Bellas Artes.

JUAN LACASA LACASA

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