"Los afanes de una vida"
Artículos en los semanarios jaqueses
"La Unión" y “El Pirineo Aragonés

JUAN LACASA LACASA

 

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VISIÓN RETROSPECTIVA DE ESTE SEMANARIO

19/01/1984

La enfermedad e intervención quirúrgica del Director Manuel González Chicot ha dado ocasión a quien firma, por su sencilla condición de colaborador más antiguo, de dedicar su atención, más intensa que la habitual, a este querido periódico jaqués. Y al congratularnos de la vuelta de un Chicot rejuvenecido y optimista, cerramos nuestra presencia, acaso excesiva, en estas columnas, tras ocho o diez números de prodigarnos. Querríamos no haber cansado a los lectores. Al menos buscamos variedad temática.

Y un poco en adiós, pero un mucho en hasta luego dosificador, podemos hoy volver la vista atrás. Ya lo hicimos en Abril de 1982, centenario real del periódico. Y vaya un resumen de lo que dejamos junto a su impar colección.

En el invierno 1981-1982, en largas horas de silencio y minuciosa lectura, vimos detenidamente los más de cinco mil números aparecidos. Ya sabe el lector que se anda por más de cinco mil doscientos hoy. Y fruto de ello fue el extractar en unos 450 folios toda clase de noticias, en forma telegráfica, como índice o esquema que permita a cualquiera penetrar en la fronda de muchos miles de columnas en forma rápida y directa.

Pero incluso eso nuestro es largo y farragoso, forzosamente. Y para intentar amenizarlo redujimos a una cuartilla por año los cien que van de 1881, cuando nació como prólogo nuestro El Eco del Pirineo Central y duró un año, a 1980 inclusive. En esas cuartillas hay una pequeña película de cada año jaqués, con nombres, aconteceres y aspiraciones variadísimos. Todavía apretamos más el alambique y hay así mismo diez cuartillas dedicadas a los diez decenios. En fin, son como muchas fotografías o fogonazos de lo jaqués, que quiere tomar cuerpo y hacerse historia, al quedar inmovilizado.

Todo este modesto trabajo ocupa un voluminoso tomo encuadernado que está con la colección de El Pirineo a disposición de eruditos o de meros curiosos. Acaba con unas páginas generales y con un registro de 500 nombres, alfabético, de jaqueses presentes en estas columnas.

Y ahora, nuestra aspiración. No sabemos si todo esto será publicable ni en que cuantía. Sería posible un folleto o librito de unas cien páginas que ofrecieran los resúmenes anuales y decenales y la parte final. Pero ya desde ahora nos referimos a esta última. Recientemente nos produjo gran curiosidad y satisfacción el volumen sobre Hospitales de Jaca con la autoría de cuatro entusiastas jóvenes jaqueses. Pues en esa línea pensamos que podría irse haciendo trabajo similar, con el guión de El Pirineo y añadiéndole otras fuentes informativas, como el valiosísimo semanario La Unión, de la familia Abad en la calle Mayor, aparecido de 1907 a 1941, y el archivo municipal, más otros de Huesca tipo lo que pueda haber en Obras Públicas y demás dependencias de larga andadura.

La temática a desarrollar pudiera ser lo puramente político, con nombres y etapas de Concejos y Alcaldes, Diputados, Senadores, Gobernadores, Ministros y Jefes de Estado que se ocupan de lo nuestro o vienen por aquí. En lo material y urbanístico hay una gran masa de noticias y debe intentarse la visión evolutiva de los Planes sucesivos, su cumplimiento a veces azaroso y sus resultados efectivos muy desiguales.

En demografía, higiene y salud, el paso de una ciudad con pozos y epidemias a una pequeña urbe con buenos servicios, siempre superables, y casi un Estado Providencia que cubre con el manto de la Seguridad Social tantísimas contingencias. En lo económico, la evolución de una sociedad agraria y artesana, con tremendo paro invernal que ni siquiera se llamaba así a una ciudad de servicios, con fases como el desarrollo eléctrico y los pequeños intentos industrializadores, potentes comarcalmente en Sabiñánigo. En comunicaciones, el desarrollo de la red carretera para la Comarca, con la construcción casi novelesca de importantes puentes, como el de la Reina hacia Navarra y también por allí el de Liédena, el de Aurín en la dirección a Biescas, el túnel de Cotefablo para llegar a Ordesa pero no seguir seriamente nunca hacia un Circuito Pirenaico importante.

En lo ferroviario, la aventura secular del Canfranc y el intento más vago de unión con Pamplona alargando el Irati luego muerto sin gloria. En Educación y Cultura, la evolución de los Centros, cuidados sobre todo por religiosos hace un siglo y variadísimos y muy completos con la inserción de lo universitario e investigador también, con nombres que dejan huella a lo Miral y Albareda. En la Iglesia, el hacer de diez Prelados, desde el montañés don Ramón Fernández Lafita, oriundo de Bailo, a don Juan Ángel Belda Dardiñá, con los Cabildos, Parroquias y Diócesis que se mantiene.

En el Ejército, nombres de Cuerpos y Mandos, de locales como la Ciudadela y los Acuartelamientos, la realidad potentísima de la Escuela de Montaña, los fuertes, las fechas tan diversas de Diciembre del 30 o Julio del 36.

En el Derecho y lo administrativo, el mantenimiento de la cabecera judicial y sus implicaciones. En espectáculos, los locales que se suceden y desaparecen, desde el polivalente y caótico uso del Edificio Misericordia de la calle del Carmen hasta la magnificencia del Palacio de Congresos. En sociedades recreativas los Casinos propios del tiempo hoy al parecer superados por discotecas y otros esparcimientos y la prodigalidad de los bares. Y quedarán temas como la propia Prensa, el turismo, las corrientes deportivas con la pasión del fútbol hasta el esquí y el hielo y el montañismo. Las tradiciones locales tipo Santa Orosia y el Viernes de Mayo, las Romerías. Lo monumental en decadencia tipo San Juan de la Peña, la Catedral y tantos en la comarca.

Creemos haber sugerido temas para quince o veinte monografías. Hacemos una llamada, de nuevo, a la juventud estudiosa de Jaca, que explote esta mina de temas. En nuestro modesto trabajo detallado al principio tienen un guión para penetrar en la animada selva histórica jacetana.

Y sigue en manos de Manuel González Chicot el rumbo de la nave, que estoy seguro ha de alcanzar muchas venturosas singladuras.

JUAN LACASA LACASA

 

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