"Los afanes de una vida"
Artículos en los semanarios jaqueses
"La Unión" y “El Pirineo Aragonés

JUAN LACASA LACASA

 

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CUARENTA AÑOS DE RESIDENCIA UNIVERSITARIA

28/08/1969

El Noticiero de Zaragoza, por la pluma de Ramón Salanova, ha resucitado una jornada de agosto de 1929, al visitar D. Miguel Primo de Rivera, Presidente del Gobierno, a Jaca por tercer verano consecutivo, tras la primera piedra de la Residencia en 1927 y su paso hacia Canfranc con Alfonso XIII en julio de 1928. Una placa de mármol en la entrada de esa Residencia lo recuerda. Mi padre la ofreció a Miral. Este inscribió tema muy suyo, Labor, Amor, Pax, con las fechas y aquellos personajes. Retirada esta placa temporalmente, reapareció tras 1936.

Hablaba Eugenio D’Ors del sedimento arquitectónico, del legar lo levantado por algo y para algo. D. Domingo había edificado cosas espirituales pródigamente. Pero aquí, además, cuando anunció los Cursos en 1926, planeó la Residencia como prenda de la permanencia de su labor. Y, por eso entre otras cosas, pero básicamente, han permanecido los Cursos, porque la Residencia es un templo que no puede cerrarse.

Interés jaqués de todo momento y tendencia hubo por unir a la Residencia otras construcciones culturales. Así el gran Grupo Escolar de la República, luego Estudios Pirenaicos e Instituto de Enseñanza Media Miral, con el empuje en 1960 del Dr. Vilas López y la persistente labor de Albareda Herrera, y el nuevo Grupo al Sur, siempre con la óptima dirección del Arquitecto Regino Borobio, hoy ganador del primer premio para la Universidad Autónoma de Madrid. Adquisiciones y cesiones asoman el terreno universitario hasta el Paseo de Franco. Este conjunto asombra al visitante. Debe completarse, hay proyectos adaptables al momento, y así lo pide y aun lo exige el dedo fiscalizante de Miral, o su mirada en el bronce del jardín.

Si los regímenes españoles, Monarquía, República, Movimiento, acumularon piedras tras la primera de Miral, aún más integradora es la serie de nombres eminentes. Desde el Ministro Callejo y luego dirigentes republicanos, Ibáñez Martín, Jesús Rubio como Subsecretario y luego Ministro, Joaquín Ruiz Giménez, pisaron con muchos jaqueses, nosotros mismos, la Residencia. Lora lo había hecho como catedrático. Esperamos al ultradinámico y renovador Villar, que no dejará en blanco lo universitario jaqués, cuando su estupendo libro todo lo abarca.

Inacabable sería la cita de figuras intelectuales: Ortega, Unamuno, Morente y Maeztu de la mano de Miral. Tras la guerra española, Menéndez Pidal o Laín y Tovar, académicos hoy. Hasta García Lorca, pasto luego del avatar político, visita Jaca, con posición cambiada, pues no es la derecha, sino al contrario, quien se le muestra hostil en una noche de Teatro Universitario. Nuestra Universidad enlaza nombre de medio siglo con proyección al extranjero.

Bachiller yo cuando Miral anunció la nueva, tuve la suerte de ser su discípulo, sobre todo en sus obsesiones germánicas y etimológicas y a él me siento deudor de estructura mental. Luego, siempre, con muchas palabras y algunos hechos, hemos querido los jaqueses estar al lado de los universitarios, en toda coyuntura.

Desde ese pasado que abruma y nos envejece, vemos a un miraliano al frente de los Cursos, D. Serafín Agud Querol, que, en la lección inaugural pasada, expresó bellamente en el Instituto, que Sopeña ha cantado en la Prensa de Madrid, su solidaridad con el Fundador. En él, en el doctor Justiniano Casas, desde el Rectorado, en todos los colaboradores, muchos con nombres hechos fraternos, tenemos puestas nuestras certísimas esperanzas para que siga y se amplíe esta labor, junto a la gratitud imperecedera a cuantos desde Miral vinieron y colaboraron. Citemos al Dr. Sancho Izquierdo como veterana personalización de ellos.

JUAN LACASA LACASA

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