"Los afanes de una vida"
Artículos en los semanarios jaqueses
"La Unión" y “El Pirineo Aragonés

JUAN LACASA LACASA

 

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LAS PEQUEÑAS EMPRESAS EN ESPAÑA Y EN EL MUNDO

10/10/1964

La nación española se viene adaptando a los cambios patentes de la realidad económico social europea y mundial y al mismo tiempo que crea nuevas estructuras y organizaciones, se hace presente en la multitud de entidades internacionales promotoras de progreso.

Hemos tenido la honra de haber formado parte de la representación española que de 28 a 30 de septiembre ha tenido sesiones en París en el seno de la OCDE, Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos, en una conferencia internacional con diecinueve países presentes.

La OCDE, sucesora desde 1961 de la primitiva OECE, es una entidad no política de creciente importancia, paralela en su acción, en algún modo, a la de las Naciones Unidas, pero reducida a los países del mundo libre, que se hallan en vanguardia del desarrollo. Los seis del Mercado Común, los cuatro escandinavos, los del Sur de Europa de Portugal a Turquía pasando por España, y Grecia, los neutrales Suiza y Austria, los isleños Inglaterra e Irlanda, más los extraeuropeos Estados Unidos, Canadá y Japón, recogen, como es visible, a las primerísimas potencias del mundo, salvo Rusia y demás, e integran un auténtico bloque, en el hemisferio Norte, de real primacía en el mundo de hoy, por mucho que evolucione.

Dicha OCDE tiene múltiples fines. Facilita el crecimiento económico de sus miembros, ayuda a los países menos desarrollados aunque no pertenezcan, y asegura la expansión comercial del mundo entero. Sin interferir con otros Organismos tipo la FAO o la UNESCO, se ocupa de agricultura, industria, energía, transportes marítimos, mano de obra y cuestiones sociales, ciencia y enseñanza, energía nuclear pacífica, y trata de reformar las estructuras, bajar las barreras aduaneras y aumentar la productividad, intentando que el producto nacional bruto de sus miembros crezca en el decenio 1960 – 1970 un cincuenta por ciento. Actividad suya muy peculiar es la publicación de informes anuales sobre la situación económica de los países pertenecientes. Reciente ha aparecido el de España de 1963.

En ese marco, de enorme amplitud, se ha discutido estas fechas la suerte y las perspectivas posibles de un mundo enorme, pero disperso, difícil y no muy encajable en las normas que rigen lo macroeconómico o grandioso, que parece dominar. Aludimos a las pequeñas y medianas empresas, que en cientos de miles y aún en millones existen en cada país.

Funcionan en las provincias españolas unas juntas intersindicales de las Pequeñas y Medianas Empresas. En frecuentes reuniones, examinan cuanto conviene a ellas, en lo tributario, financiero, formativo, estructuras y de otros muchos aspectos. Se han celebrado Asambleas Interregionales. En Junio asistimos a la de Barcelona, con amplísima representación oscense de 30 empresarios y participamos en los plenos con intensidad.

Asomarse desde la pequeñez provincial oscense y aun desde la situación media, en pleno desarrollo, de lo español, a lo internacional y universal, realmente impresiona. El mundo de hoy, en sorprendentísima marcha recuperadora tras la Guerra Mundial II, camina a velocidades insospechadas. La confrontación de tantos países abre horizontes nuevos en cada momento. Lo que hace cada uno es una experiencia y también una lección para los demás. Enormes problemas se plantean continuamente por la natural diversidad de estructuras. Lo que aquí llamamos Pequeña Empresa, por ejemplo la de cinco asalariados, se mide hasta 100 en Estados Unidos. Y las medianas de aquí, con 50 acaso, son las de hasta 500 allá. La mentalidad, forzosamente muy diversa, muestra el largo camino que los hombres han de recorrer para alcanzar en lo económico y social, y también en lo moral y espiritual, la unidad mecánica que las comunicaciones y transportes han hecho ya planetaria.

Escuchamos en esas jornadas, sobre seis temas, los más importantes el financiero y el de estructuras, a los ponentes de Europa, Estados Unidos - Canadá, Japón, sistemáticamente, en duras sesiones en que, aún con la traducción simultánea, la mezcla forzosa, sobre todo del francés, inglés y alemán, creaba una cierta Babel mareante. La Representación Española, designada por Don Rodolfo de Argamentería, Vicesecretario Nacional de Ordenación Económica en Madrid, estaba compuesta por Don Eduardo Cobos, Secretario General de las Pequeñas Empresas, Don Manuel López Novo, Presidente de la Junta Provincial de Madrid, y el firmante, Presidente de la de Huesca. Por el Ministerio de Industria y Comisión Nacional de Productividad, don César Primo. España se ha hecho presente con frecuentes intervenciones del Señor Cobos, expertísimo en organizaciones internacionales. La representación española toda recibió continuas atenciones, especialmente de M. Gingembre, Presidente de la Organización Europea del Artesanado y Pequeñas Empresas y de esta conferencia. También en la embajada de España, nos atendieron con extrema amabilidad el Agregado de Prensa señor Mayana y el Laboral señor Catalán, hoy ayudando desde París al medio millón de españoles que trabajan en Francia. En la propia OCDE, nos recibió Don José María González Vallés, representante permanente de España en ella y de ascendencia jaquesa y oscense muy directa.. A todos ellos nuestra más profunda gratitud. Nos proponemos divulgar en el medio oscense cuanto allí hemos conocido y creemos será útil aquí.

JUAN LACASA LACASA

 

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