"Los afanes de una vida"
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JACA, CIUDAD ESTUDIANTIL DE VERANO. PRESINTIENDO EL PORVENIR12/12/1959 |
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Como una reacción tras las guerras, se desea en la paz el intercambio y la relación, el mutuo conocimiento, el saber de idiomas, países y costumbres diferentes. La Europa de esta postguerra muestra verdadera ansia amistosa y comunicante. España, en el Suroeste europeo, ofrece también especialísimo atractivo y se presenta, para el centroeuropeo y el nórdico, con su misterio y su folklore, con su pasado y con una permanente novedad. Cada rincón español es un posible foco de interés. Pero, naturalmente, los resultados de esa postura inicial dependerán de otras muchas circunstancias morales y materiales, que llevarán la gente a un sitio u otro, la canalizarán y fijarán. Casi es un tópico aquí que Jaca es fronteriza, que próxima a Francia puede ser centro señalado para los extranjeros. Así lo vio genialmente D. Domingo Miral hace más de 30 años, y su creación del os Cursos de Verano se mostró profética y eficacísima. Pero los tiempos nos exigen superaciones y evolución, adaptación a nuevas tendencias y posturas. La Europa clásicamente universitaria, con unos miles estudiantes selectos en ciudades tradicionales, posos de saber y de cultura, se ha hecho una Europa de masas, de cientos de miles y de millones de jóvenes que inundan el panorama del nuevo tiempo, que quieren viajar, aprender y conocerse, y así lo buscan y lo exigen desde cualquier altura social, desde cualquier familia y rincón. Una movilización insospechada de juvenil turismo crece año tras año. Las vacaciones se conciben como una alta ocasión de renovación intelectual, fundamental cambio de ambiente, semanas o meses utilísimos y decisivos. El verano de este 1959 que acaba, ha sido para Jaca indicio de sus enormes posibilidades. El grupo de jóvenes de Vacaciones Estudiosas y los del Liceo de Tolón, en número total próximo a cien, permaneció aquí, aprendió el español, vio nuestra cultura y nuestro paisaje y se marchó encantado del ambiente, deseando volver. circunstancias, a jóvenes franceses que convivan con sus hijos y que, al tiempo que aprenden nuestro idioma, permitan que los muchachos de Jaca practiquen el francés y lo aprendan en plazo no largo. Cada familia jaquesa tiene hoy la posibilidad de recibir, con máxima amplitud de elección en edad, sexo y demás circunstancias, a jóvenes franceses que convivan con sus hijos y que, al tiempo que aprenden nuestro idioma, permitan que los muchachos de Jaca practiquen el francés y lo aprendan en plazo no largo. |
Estamos seguros de que esas familias jaquesas, de que tan buena impresión general se han llevado los estudiantes del verano último, se estimularán en la mejora de sus domicilios y alojamientos, en hacer grata a los extranjeros su estancia aquí y, en fin, en recibirlos para que no añoren a sus propias familias y se lleven el mejor recuerdo. También los Centros de Enseñanza de Jaca, en mayor o menor escala, están dispuestos a acoger estudiantes, y es nuestro deseo que estos alcancen a cientos, ya en 1960. Y por parte de los Organismos y Entidades de Jaca, y a la cabeza de ellos el Ayuntamiento, creemos que existe la obligación de crear un ambiente adecuado, en que lo cultural se una a las diversiones y esparcimientos, muy principalmente de tono deportivo. Muy de desear será que comprenda el público que unas Fiestas de Verano, hacia fin Julio y comienzos Agosto, gratas a los universitarios, a los jóvenes extranjeros de Enseñanza Media y al veraneo y turismo en general, no pueden hacerse sin una cierta reducción y acoplamiento de las clásicas Fiestas de fin Junio, sin una reflexión tranquila, respecto a nuestra alegría popular a lo largo del año. Nuestros medios no son ilimitados. Pretendemos, a la vez, grandes mejoras en Servicios Urbanos: Aguas, Pavimentos, Enseñanza, Viviendas. Los millones que todo eso va requiriendo salen, en el fondo, del ahorro en lo menor, en lo transitorio y en lo diario, en el gasto anual. Pero dentro de todo ello, las pesetas gastadas en el verano creemos serán también fecundas y eficaces. Ayudemos, en la esfera oficial de Organismos, en la económica y social de empresas y negocios, y en la privada de cada uno, a una transformación del Jaca del Verano. Exaltemos la labor de la Universidad de Zaragoza, de tan hondas raíces aquí; recojamos esta novedad de nuevos estudiantes de otras organizaciones y recibamos a todos con el mejor ánimo y los mejores medios materiales. Y preparemos ya esto desde la calma de los meses invernales, que al extinguirse nos traerán de nuevo la euforia y la animación.JUAN LACASA LACASA
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