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"Los afanes de una vida"
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JACA EN 195803/01/1959 |
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Un año es plazo corto para juzgar de la vida de una ciudad. Pero el correr de los meses de Enero a Diciembre es también, aunque fugaz, indicio de estado de actividad, de rutina o de decadencia en el hacer y acontecer de todos. No creemos que el 1958 tenga balance negativo para Jaca, ni siquiera tampoco pueda juzgársele como un año vulgar. En algunos aspectos, quizás en lo venidero se le estime como marcador de una nueva etapa. Cuatro obras es visible que dejan una huella profunda en nuestro aspecto urbano y en nuestro servicio: Las 50 casas de Ferial, sorteadas en Agosto ocupadas rápidamente; el Gran Hotel de Turismo; la nueva Red de Tuberías y el edificio de Correos y Telégrafos. Si cada año elevase consigo realizaciones parecidas, en muy pocos lustros Jaca se transformaría radicalmente y tendría muy poco que ver con su formato tradicional. En muy largos años de Alcaldía, solo concebimos el trabajo público como sometido a un plan riguroso, a un encaje constante de iniciativas que se sucedan y que encuentren solo el límite de la capacidad económica. Pero, dentro de ella, sería pueril por un lado y suicida por otro no realizar el mayor esfuerzo y no aspirar a la obtención de logros máximos. En la vida particular, en lo privado, se puede ser todo lo prudente que se quiera, porque ello es intrascendente para el común. Pero en lo colectivo, la timidez de los dirigentes es pecado de primera magnitud, y de ese queremos huir en todas nuestras actuaciones. Se han ido sucediendo planes y programas, y en unos tres lustros se ha realizado la pavimentación general; se acometió después el complicadísimo Empréstito de 1952, del que son fruto las Tuberías, la 1ª y 2ª Diagonal; lo hecho en la Cantera, aunque solo sea un comienzo; buena parte de alumbrado; obras en el Cementerio y las Casas del Ferial. Todo ello, en esencia, con los refuerzos de los Usos y Consumos de Lujo desde 1946, una deuda módica y casi mínima en condiciones favorabilísimas, y ahora las muy satisfactorias perspectivas de los ingresos por maderas de nuestros montes. La realidad es que, señalados en comienzos de 1954 nuevos ingresos para los Municipios, Jaca no los ha llevado al máximo, y por ejemplo en Contribución Urbana estamos regalando a la masa de inquilinos unas 250.000 pesetas al año al aplicar viejos tipos de gravamen. Algunos temas que se consideraban sueños, se han hecho realidad. Las corrientes turísticas de quienes atraviesan el Pirineo o lo visitan, se concretaron en 1958 y surgieron los miles de vehículos y las docenas de miles de viajeros. No podía pretenderse que vinieran por espontáneo milagro, ni que la inversión del Gran Hotel se hubiera hecho en una población llena de polvo y barro, con poca agua, sin amplitud ni firme en las carreteras, sin perspectivas, en fin. Sabemos sobradamente que un gran empuje demográfico, una duplicación de nuestro censo, un Jaca que llegue automático a los 20.000 habitantes, solo se logrará con una fuerte industrialización. Pero igual que ha venido el Turismo porque se pusieron las premisas, puede venir la industria, si insistimos en tener viviendas sobradas, y en una fuerte economía municipal, que nos permita esfuerzos ordinarios y extraordinarios en cualquier momento. Solo la audacia en los planes, la decisión en adoptarlos y la agilidad en ejecutarlos, nos puede hacer crecer. Sería nuestro gusto haber detallado cuanto ha ocurrido en Jaca de notable en 1958, en todos los aspectos. Permítasenos destacar el hecho insólito, desacostumbrado, y a la vez solo sorprendente para los que no nos conocen, de que una sensata iniciativa municipal de construir pisos haya tenido el clamor de la adhesión de 208 personas que pretenden el acceso a la propiedad de donde vivan, con un gran esfuerzo económico que les honra. Primordial obligación nuestra para 1959 es atenderles, respondiendo a su confianza, a ser posible sin una sola excepción, y no defraudándoles ni hundiendo su ilusión por ningún concepto. JUAN LACASA LACASA |