"Los afanes de una vida"
Artículos en los semanarios jaqueses
"La Unión" y “El Pirineo Aragonés

JUAN LACASA LACASA

 

<<volver

DOS AÑOS Y MEDIO SIGLO

05/01/1957

1906

En 1906, EL PIRINEO reflejaba, espejo de la calle, la vida nacional, regional y local.

De la política, celebración del primer día onomástico en España de la nueva Soberana Doña Victoria de Batemberg, y disparos en la Ciudadela de las 45 salvas de ordenanza. Preocupaban los Ministros de Fomento, primero D. Rafael Gasset y luego D. Manuel García Prieto, en relación con el Canfranc. Mr. Luis Barthou, bearnes, de Oloron y Pau, Ministro de Obras Públicas, futuro Presidente de gobierno, era una esperanza para el anhelado Canfranc.

Era Alcalde de Jaca D. Manuel Ripa Romero, al que aún hemos conocido caballero de hongo y puro, lleno de prestancia; y el Duque de Bibona era Diputado a Cortes, a la par que Gobernador de Barcelona nada menos. Don Manuel Camo, primero Diputado a Cortes y luego senador, veraneaba en Canfranc. Todos se movían y viajaban, y el verano de Panticosa era activo con sus nombres. Jaca recibía sus visitas de paso. Muy permanente aquí en el estío era D. Joaquín Gil Berges, Ministro de la República de 1873, caballero aragonés, jurista venerable. Aún le recordamos también en la niebla de nuestra infancia, obsequiándonos con un “anís” extraído de una cajita de hoja de lata. Se le nombraba aquel año Consejero de Estado, aunque al parecer no aceptaba el honroso cargo. D. Joaquín escribía, como ahora Eugenio Villacampa, el artículo del Viernes de Mayo, con la misma preocupación: los moros ¿fueron 90.000 ó 900? y Gil Berges la resolvía en optimista y emparejaba a las jaquesas con Agustina de Aragón y la Condesa de Bureta.

En trabajos públicos, esos hombres, con los Diputados Provinciales Lalaguna y Gavín, se preocupaban de la carretera Orna-Gésera, del inicio del Irati y trabajos de D. Cornelio Arellano, e incluso del teléfono Jaca-Zaragoza para la Prensa, que funcionó ya aquel año.

En lo militar, gobernaba la plaza el General Pierrá; D. José Irigoyen, hoy general nonagenario, era capitán aquí. La Banda del Regimiento Aragón, dirigida por el Maestro Hijar, triunfaba en un concurso en Vitoria. A los Carabineros, que preocupaban mucho, les subían su haber un real diario. En el arrastre de un cañón a Rapitán, la rotura produjo un sensible accidente. Era teniente de Carabineros D. Luis del Arco, al que recordamos actualmente, a través de su hijo Manuel, el gran caricaturista de “La Vanguardia” e interviuvador impenitente.

La Iglesia Jaquesa era gobernada por Don Antolín López Peláez, más tarde Senador del Reino y Arzobispo de Tarragona. Aquel año publicaba su celebrado libro “La importancia de la Prensa”. Las oposiciones a Canongías era siempre “noticia”. Ganaba la de Magistral D. Olegario Martínez, muerto no hace muchos años. Moría entonces D. Vicente Fumanal y nuestro ya contemporáneo D. Luis viajaba a Zaragoza, a trabajos de Acción Social Católica que dirigía el Padre Vicent.

En el Arte, se aireaba la promesa de Miguel Latas, tercera Medalla en Madrid. Se consignaban 10.000 pesetas para San Juan de la Peña (las 100.000 de ahora). De Teatro, en el Variedades, se hacían nada menos que “El Amor que pasa”, de los Quintero, que “no llegó al público”, ya es decir, y “El Místico”, de Santiago Rusiñol. De Ciencia, se alababa a D. Santiago Ramón y Cajal, viejo estudiante de los Escolapios aquí, aquel año Premio Nobel de Medicina y siempre recordador de Jaca. En los deportes, también era “noticia” que el Infante Don Alfonso de Orleans, iba hacia Panticosa en coche y se paró a tomar gasolina. Un pelotari, que nos suena menos que Irigoyen, “el Zamorano”, jugaba en el recién hecho trinquete de la calle Mayor, contra tres aficionados jaqueses, a los que venció tras darles ventaja de 15 a 60. Como noticia de nieve, no deportiva, constaba el tremendo suceso de la muerte de cinco vecinos de Hoz de Jaca en el puerto de Sallent, por el frío, aunque no devorados por las fieras, como se dijo al principio.

De sociedad, bodas de D. José Romero, más tarde Diputado a Cortes por la provincia, muerto no hace mucho, y de Dª. Eugenia Vieites, felizmente hoy visitante de Jaca en los veranos. D. Manuel Solano triunfaba en oposiciones de Notarios y era destinado a la de Uncastillo. El médico D. Pedro Sánchez Cruzat, recordado por su excepcional bondad, se establecía en Jaca. D. Lorenzo Villanúa, maestro armero, venía de Cádiz destinado. Y de entidades, el Casino “Unión Jaquesa” ocupaba locales en el actual Correos, sin que recordemos nosotros su emplazamiento anterior. De fiestas, lo de siempre, pero más baratas. El alquiler de unos estoques para novilladas, incluido portes, costó 8 pesetas. El gigante de Sallent se exhibía en Huesca, procedente de Méjico. En los anuncios insistía muchísimo “El Consultor de los Bordados”, como un indicio de las preocupaciones femeninas. En lo industrial, las dos Sociedades rivales, hoy con rótulos más o menos bancarios en la calle Mayor, cesaban en su pugna para producir un anuncio gemelo, a peseta al mes la lámpara de cinco bujías. “Mutua Electra” construía su molino, hoy fábrica de harinas, bajo la dirección de D. Ricardo Salas, padre de nuestro amigo el hoy Coronel de Ingenieros Mariano Salas Gabarret, veraneante.

Tal era el Jaca de comienzos de siglo. Un Jaca militar, eclesiástico y veraniego, con preocupaciones progresistas y siempre “al tanto” en la vida provincial, regional y local. Insistamos en el nombre de D. Manuel Ripa Romero como de los más caracterizantes de aquel momento. Los que andamos en edad más que mediada, volvemos la vista a aquellos hombres y queremos ser continuadores de su tesón jaqués.

1956

Todavía ayer, el 56 era vida y aun mañana. Ya está en el montón de los recuerdos, de lo ido y a archivar. Sus aconteceres, muy próximos, requieren solo ser apuntados telegráficamente, pues su visión inmediata es mejor que la morosa evocación de los detalles.

Es un Jaca mucho más movido, más cambiante y activo, y sin embargo también con su solera y su permanecer, su tradición local, sus aspiraciones y logros encadenados.

En lo público, tras el fenomenal estremecimiento de la guerra civil que se supera, destacan trabajos muy voluminosos de repoblación forestal, algunos de mejoras de carreteras. como la inversión de siete millones en nuevo tramo, travesía y nuevo puente en

Biescas, y el teléfono a unas docenas de pueblos del Valle de Tena y de los de Hecho y Ansó. Una Comisión de la Presidencia del Gobierno recorrió el Pirineo para toma de datos a efectos de gran plan de mejoras turísticas. En Jaca mismo, entre muy diversas obras locales destacó espectacularmente el nuevo alumbrado y el comienzo del nuevo hotel de turismo por la Caja de Ahorros de Zaragoza. El pavimento de Universidad y el nuevo Salto fueron obras de volumen.

En lo militar, tras el mando del General Gimeno de Pedro le sucedió nuestro Comandante Militar General, D. Antonio Pavón Rodríguez, gratamente entre nosotros en este fin de año. El Coronel D. Manuel Vicario asciende, de Coronel Director de la Escuela de Montaña de Jaca, a General de Brigada, Director de la Academia General de Zaragoza. Le sucede el Coronel D. Carlos Moscoso, que continúa el entusiasta mando de sus antecesores, animado del deseo de ver concluidas las edificaciones de la Escuela. Manda el Regimiento de Montaña 4 el Coronel D. Fernando López Canti, y su Cuerpo muestra la actividad de siempre y su perfecta unión con lo civil y lo local.

Lo eclesiástico sigue bajo la paternal dirección del Prelado Dr. D. Ángel Hidalgo. Es Canónigo nuevo D. Ángel Ezquerra, nuevos Beneficiados los señores D. Benigno Castillo y D. Ramón Cadena, y fallece su compañero D. Pío Iguacel. Se celebra el Centenario del Mártir jaqués Padre Alejandro López. Las reliquias de San Ignacio, entran en la Ciudad en Abril. Hay conferencias excepcionales de D. Santos Beguiristain.

En Sociedades locales, aparece la Siderúrgica de Jaca S.A.” con importante capital de millones. “Electra Jacetana” conectada con “Eléctricas Reunidas”, espera construir en gran estilo su Salto de IP. “Mutua Electra Jaquesa” solicita una concesión en el río Aurín. La “Unión Jaquesa” adquiere el solar Misericordia y, tras activas juntas y reuniones, gestiona capital para su nuevo gran salón de espectáculos.

En la cultura, la Universidad celebra el Curso XXVI, que inauguran los Directores Generales Fernández Miranda y Vilas con el Rector Cabrera y hay conferencias de Yndurain, Buesa, Gastón, Fairén, Frutos y otros. Los extranjeros son más numerosos que nunca. En Arte, exposición de José Luz Mur en el Casino de Jaca, con gran éxito, repitiendo triunfos del progenitor Luz Corbín. De sociedad, el baile de la Escuela vuelve por sus fueros de fiesta de gran empaque. Los festejos de Santa Orosia son movidos, con novilladas en Plaza accidental. En deportes, el “Jaca” actúa bien en 3ª. División, en el magnífico Campo Militar, generosamente cedido mientras se termina el Municipal, y la carrera Pau-Zaragoza de bicicletas es como el prólogo de lo que veremos en 1957 con la etapa Huesca-Pau por Canfranc de la Vuelta a España.

La crónica triste, trae la muerte de dos jaqueses octogenarios: D. Luis Ara Tomás, activo colaborador de EL PIRINEO, conservador de los recuerdos locales, y D. Juan Lacasa Sánchez Cruzat, alentador y cooperador de todas las empresas jacetanas. El ejemplo de estos hombres, con inmodestia y con pena a la vez, es el que nos hace volver la vista al ayer con una inconmovible fe en el futuro.

JUAN LACASA LACASA

 

 

 

 

subir^^
siguiente
>>