"Los afanes de una vida"
Artículos en los semanarios jaqueses
"La Unión" y “El Pirineo Aragonés

JUAN LACASA LACASA

 

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EL JACA QUE PODEMOS HACER. V. TURISMO

22/10/1955

El moderno Jaca urbanizado y con servicios suficientes, que venimos describiendo, tiene una clara orientación hacia la recepción turística, favorecida por nuestra situación fronteriza, junto a los grandes paisajes pirenaicos y en las rutas del primitivo arte románico.

Pero todo esto, manejado reiteradamente en los últimos treinta años, se actualiza ahora agudamente por la marea turística europea, que invade España en forma creciente. Sus causas son la paz en el Continente, la nivelación social progresiva, el fenomenal hecho técnico y económico de la fabricación de automóviles y la baratura española. Con todo ello, la intensidad actual posible, comparada con la de 1935, por ejemplo, es insospechada.

El objetivo de Jaca es captar una buena porción de la riada general europea, que desde Francia, Inglaterra, Alemania, Bélgica, Holanda, Suiza y algún otro país llega a España en coches por el Pirineo. El número de viajeros que entra en España anualmente se aproximó en 1954 a los dos millones, y se calcula estadísticamente que una mitad o más llega por carretera, un cuarto escaso por ferrocarril y otro cuarto por barcos y aviones.

No tenemos a la vista las entradas absolutas por el Pirineo, pero sí datos parciales de Irún y de Cataluña. En cifras gráficas, se dice que entraron por Irún hasta 3.500 autos por día, en mediados Agosto 1955; y se afirma también que por Port-Bou, La Junquera y Puigcerdá han entrado unos 100.000 coches, posiblemente con 500.000 turistas. Esta cifra nos parece acaso alta en su redondez. No obstante, y con algún dato de Canfranc de este verano, pudiéramos decir que en sus puntas máximas habrán pasado 3.500 coches por Irún en un día, 1.000 por Cataluña y aun por solo algún punto de ella, como el Valle de Arán, y unos 100 coches máximo por Canfranc. Son, por tanto, las proporciones, desfavorabilísimas a nosotros de 35 por Vascongadas, 10 ó 20 según cómputos, por Cataluña, y solo 1 o poco más por Aragón. Todo esto puede ser inexacto en detalle, pero tremendamente gráfico.

Aún más que propaganda, que mueve nuestro Centro de Iniciativa, necesitamos carreteras, alojamientos y fáciles Aduanas. En Carreteras, el momento español parece muy esperanzado. “Arriba” de Madrid del domingo 16 recoge declaraciones del Ministro de Obras Públicas en Barcelona, y al hablar de la prórroga del Plan de Modernización alude a que, en los años inmediatos, lograda ya gran mejora en Irún-Madrid-Cádiz, se mejorará Madrid-Zaragoza-Barcelona, Madrid-Valencia y Barcelona-Valencia, pero preocupa también al Conde de Vallellano la gran ruta española de los Pirineos, y cita concretamente el Ministro su deseo de asegurar el cómodo tránsito desde Rosas a Fuenterrabía, por el Pirineo Catalán, el Aragonés y por Jaca y Pamplona. Todo ello enlazado con la Costa Brava catalana. Esta costa ha sido invadida el verano último hasta la saturación y el desbordamiento. Distamos unos 200 kilómetros del Cantábrico, por carretera pasable, aunque muy estrecha de Jaca a Liédena. Puede llegar a 400 y aún más los que nos separan del Mediterráneo por las montañas. El salto de los valles sucesivos es durísimo, pero la mejora del suelo puede enlazarnos con las remotas playas catalanas y con el turismo nacional de los barceloneses.

El Marqués de Santa María del Villar, incansable propagandista del Pirineo, ha publicado en ABC recientemente magníficos artículos, así como en otras revistas, y nos escribe amabilísimo y entusiasta; prometiendo apoyar estos planes de rutas pirenaicas en su labor periodística.

En alojamientos, algunos núcleos ya perfectos, como Panticosa, y algunos puntos nuevos, como el Hotel Alto Aragón de Castejón de Sos; el Parador de Ordesa; la pequeña Hospedería de San Juan de la Peña, indican movilidad y deseos de hacer cosas, pero deben multiplicarse y representar la certeza de seguro acogimiento decoroso y no caro en todo el Pirineo. Jaca tiene obligación de mejorar su actual Hotelería y de ampliarla, en la certeza de que los turistas vendrán en aumento, si saben que hay sitio y condiciones.

En cuanto a tránsito fronterizo, se habla mucho de diferencias de trato entre los diferentes puntos, de determinadas facilidades locales y demás. Una esperanza cierta para nosotros la constituye la construcción actual de la Aduana de Carretera en Somport, que debe representar la formalización en escasos minutos de toda la documentación del viajero, como es normal y corriente en la Aduana Francesa de Urdós y como hemos visto en Les, Aduana española del Valle de Arán, el domingo 16 del actual. Más que los pases de favor, pedidos sistemática y aún incoscientemente por despreocupados, debemos tender a la máxima utilización de las ventajas legales establecidas aquí. Por el lado español, la confección de pasaporte, colectivos, prevenida y clara para los españoles de todas procedencias. Del lado francés, hacia España, es evidente la mejora de los requisitos españoles en los Consulados del Sur de Francia. Baste decir que el Visado, en su coste, está bajando desde los 1.500 francos en pasaporte ordinario de larga duración a los 500 en viajes breves y a los 225 en viajes colectivos culturales, deportivos y análogos; o sea que hasta por unas 30 pesetas de documentación española y francesa en Pau se puede venir a España con todas las de la Ley. El tráfico puramente comarcal, mucho menor en su volumen, debe ir encontrando progresivas facilidades recíprocas.

Resumiendo, estamos en las puertas de Europa, que debemos hacer amplias y cómodas para el turista. Nuestros núcleos de movilización de turistas son las costas Vasca y Catalana, de los lados español y francés, y el gran núcleo de Lourdes, con su millón promedio de visitantes anuales. Reconozcamos nuestra modestia y hasta nuestra pobreza frente a esos poderosos, pero superemos progresivamente comunicaciones, hoteles y trámites y lo demás vendrá casi solo, como el agua recogida en una presa.

Nos proponemos acabar este serial, mediante la benevolencia del Director de EL PIRINEO, con dos artículos sobre finanzas locales y sobre industrialización, contando también desde ahora con la paciencia del lector.

JUAN LACASA LACASA

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