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"Los afanes de una vida"
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CENTENARIO DEL CANFRANC14/11/1953 |
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La "Económica de Amigos del País de Zaragoza” une a su vieja raigambre un dinamismo al día, personificado en su Presidente, el Excmo. Sr. D. José Sinués Urbiola. A la iniciativa de éste, capitán hoy de las más importantes Empresas aragonesas, se debe el que la fecha de comienzo de gestiones, por la propia Económica, en 1853, para construir una línea internacional por Canfranc, no haya pasado inadvertida. El domingo 15 va a tener lugar en la Estación Internacional una reunión que recordará, por su volumen, con ciento cincuenta personas representativas, con grupos de Autoridades españolas y francesas, los más altos momentos de los trabajos pro Canfranc. Por España, las Provincias de Huesca, Zaragoza, Teruel y Valencia, el camino corto y rectilíneo del Pirineo al Mediterráneo caliente, de la nieve a la naranja, tendrán un pleno de personalidades dispuestas a empujar ese gigante dormido. Al frente de todos, un español eminente, el Conde de Vallellano, Ministro de Obras Públicas, político experimentado y persona cuyos servicios a Aragón y a Huesca están ya probadísimos. En fin de Octubre último, declaraba el Conde de Vallellano que la redención del secano aragonés, la “Operación Aragón” con 7.500 millones de pesetas, por decisión del Caudillo, se va a poner en marcha indefectiblemente, y que en quince años deberán quedar terminadas las obras. Tenemos la convicción de que el Canfranc puede recibir del mismo Ministro un mágico toque que le despierte de su letargo. Nos contemplan cien años de pasado. Setenta y cinco de ellos de preparación, de lentitud y de inconcebible constancia de la España decimonónica que en medio de luchas iba subiendo la vía hacia el Canfranc; en 1885 a Huesca; en el 92 a Jaca; en el 28 a Arañones. Mientras, se perforaba el túnel en una obra de cíclopes, y se lograba terminarlo antes de empezar la serie de guerras europeas. La jornada de 18 de Julio de 1928 veía la culminación de tanto esfuerzo, con los dos Jefes de Estado cortando la cinta para abrir el tráfico internacional. Después, veinticinco años de dificultades insospechables. Luchas políticas españolas, guerra civil, otra guerra mundial, cerco diplomático frente a la España renacida. Pero allá está el Canfranc, con la vía humeante hasta la asfixia en los túneles, el hielo frenando la ascensión de máquinas impotentes, dignas a veces de 1853, las de Madrid a Aranjuez. Y esa herramienta colosal forjada por nuestros padres y nuestros abuelos es, a la vez, una invitación a probar con ella la fuerza de la España actual. Al otro lado del túnel hay una Europa que desmonta sus ruinas fratricidas y lanza de nuevo el canto al trabajo. Esa Europa que se amasa en continua superación necesita el alma de España. Para ir a Europa, cada día, para que Europa venga a nosotros, necesitamos el “Canfranc” que no ha sido una equivocación secular, sino una insuficiencia centenaria. Todavía otro esfuerzo. Eso es lo que se trata de hacer mañana 15, y a ello acudirá Jaca emocionadamente, a aportar su brazo, muy débil pero muy entusiasta. Gratitud debemos en esta hora: Al Ministro de Obras Públicas, al señor Sinués Urbiola y al Gobernador Civil de Huesca señor Gil Sastre, que ha sido el Gobernador que ha ido a Francia y el que ha hecho abrir la mano a quienes tan lentamente, salvo magníficas excepciones, nos comprenden. JUAN LACASA LACASA |