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"Los afanes de una vida"
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PRIMER VIERNES DE MAYO01/05/1948 |
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Es hermosa la cifra, no por aproximada menos noble, de 1.190 años, los que han corrido desde el 758, en que como una penetrante gota histórica que vencerá los siglos, arranca la tradición y la fiesta jaquesa de reconquista. Bien difícil creemos que es tratar el tema con justeza, y un equilibrio de la preocupación religiosa y patriótica respecto a las notas puramente pintorescas, folklóricas y “turísticas” será lo imprescindible para acertar. La proximidad de la fecha y el comentario en la Revista Aragón del amigo Dumas han provocado en el Municipio un debate bien intencionado y hasta literario, con ánimo de anudar en el aire ese hilo de tradición que amenazaba romperse. Juntando el lirismo y el vil metal, estimamos que tanto importa gastar más en ello como hacerlo con sana orientación. Conviene cierto escepticismo precavido para no adelantar opiniones sobre lo bueno o lo malo de cualquier detalle, y lo que queremos es el consejo de los expertos y los amantes de Jaca para acertar. Por ejemplo, hablando de anacronismo, ¿cabe mayor y más patente que el de la pólvora a todo pasto en el siglo VIII? Y, sin embargo, una costumbre seguramente que también secular nos lo hace bueno y legítimo, mientras que ¡cualquiera introducía la innovación de ir con ametralladora, también polvorienta! ¡Se hundirían las columnas y se rasgarían las vestiduras de los tradicionales! Lo que ocurre es que, desde la tosca pureza visigótica de aquel año hasta nuestros veraneos ha llovido, demasiado, y también muchos soles han apuntado en las madrugadas de Mayo, y todo es relativo. Por ello, nuestro criterio se ha concretado, simplemente, en lograr inmediatamente la decencia mínima, el esplendor discreto del festejo, y preparar además su resurrección a la altura de las mejores memorias que nos sea dado encontrar. |
Preciadísima colaboración pediremos para ello a los sabios amigos de la Universidad de Verano, y creemos desde luego que las opiniones de Del Arco, Casas, Lacarra y otros nos serán decisivas. Junto a ellos, los nuevos eruditos recién estrenados, como Corona, Buesa o Albar nos pueden decir también cosas. Sobre todo, el archivo municipal, perfecto casi a partir de 1600 y algo más atrás (desde la construcción de la Casa Consistorial, acaso) y también el catedralicio, objeto de atención de nuestro querido Prelado, deben contener indudablemente continuas referencias, que seguramente nadie ha estudiado hasta ahora en monográfico. Preparando esta labor, actuará una comisión puramente local y mixta, del Ayuntamiento, con los señores Gállego autor de Ponencia extensa sobre el tema y suscitador de estos trabajos, y Sánchez, más los señores Don Francisco Quintilla, Don Francisco Dumas, libretista de “Don Aznar en Jaca”, de ya un cuarto de siglo de memoria, don Tomás Buesa Oliver y el Sr. Canónigo que el Prelado tenga a bien designar. Mientras, vamos a ver si no llueve la mañana del 7 de Mayo y se salva el honor de Don Aznar la vez número 119, que ya son representaciones. Así demostrará la población que “va tirando”. JUAN LACASA LACASA
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