Artículos de Juan Lacasa
Sánchez-Cruzat sobre Jaca y el ferrocarril de Canfranc
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LAS DIFICULTADES FERRO-VIARIAS Y LA LÍNEA DEL CANFRANC
24/02/1917 |
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El solo anuncio de supresión
del tren tranvía que sale de Jaca a las 5,20 y regresa a las 22, ha
causado en cuantos nos interesamos por la vida económica de esta ciudad
y su distrito, una impresión desagradable y nos hace prever perjuicios
de difícil remedio. ¿Obedece, por ventura, esta medida a un capricho de la Compañía del Norte o es efecto lógico de las anormales circunstancias actuales? No cabe de ningún modo atribuirlo más que a esta última causa; y el público que muchas veces por sistema y otras por desconocimiento completo de los asuntos que trata de proteger de las grandes empresas y de sus empleados, ha hecho constantemente justicia a la Compañía por el acierto que tuvo al establecer el horario de este servicio. En efecto; las relaciones oficiales, las de familia, las comerciales y las de todo género, ha retirado beneficios notables, merced a las múltiples combinaciones que dicho tren permite para comunicarnos con Huesca, Zaragoza, Madrid, Barcelona, Bilbao, etc. Si cerrando los ojos al presente, nos colocamos en el Jaca de 80 años atrás, sin ferrocarril, sin canal, sin luz eléctrica, y por unos momentos nos adaptamos hoy al vivir de entonces, cuando volvamos a abrirlos, nos parecerá que la transformación experimentada no ha sido de seis lustros y sí de un siglo; y como es más fácil y agradable caminar del lado del progreso que retroceder, la sola idea de que se nos suprima un tren que se había hecho necesario, agravada con lo de que el correo ponga mucho más tiempo en el recorrido y se aumentan las restricciones en los servicios de mercancías, dificultando la exportación de cereales y tubérculos, cementos, maderas y demás productos de nuestra industria y nuestra agricultura, así como la adquisición de los artículos que necesitamos de fuera, nos hacer augurar perjuicios de monta, que habremos de llevar con resignación aminorándolos, en parte, con las combinaciones a que se presten los trenes que queden, mediante las modificaciones de horarios que sobre la base del menos perjuicio para la Compañía del Norte, permitan el mayor beneficio para el público; de ello, pro fortuna, se preocupan nuestras autoridades y es de esperar que su gestión no resulte estéril. |
Relacionando con todo esto
el asunto de la obra capital para Aragón; de la qu fue aspiración
ferviente de tres generaciones; de la que un convenio internacional
estipulaba debería inaugurarse el 28 de enero del año actual; de la
línea del Canfranc en fin, hay que convenir ha llegado el momento en que
nuestros hombres de gobierno, el país todo y las mismas Compañías del
Norte de España y del Midi en Francia consagren de lleno sus actividades
a la terminación de esta vía, que habrá de proporcionar beneficios
cuantiosos con el empleo de gran número de obreros, siquiera sea con
remuneración algo mayor que la ordinaria, ya que con su explotación
inmediata se derivarían ingresos importantes, al par que se
descongestionarían grandemente las líneas de Irún y Port Bou,
insuficientes siempre y hoy más, para el tráfico, no solo de mercancías
en general, sino que aun solo del vino y determinados artículos. Cuentan viajeros llegados de aquellas localidades que por las carreteras circulan inmenso número de carros arrastrados por bueyes o mulos, y hasta autos que conducen géneros cuya exportación no está prohibida, con destino a los pueblos fronterizos. En Francia se sigue trabajando en los trozos de vía que median desde Bedoux a las Forjas de Abel, y todos sabemos cuán adelantadas se encuentran las obras desde jaca a los Arañones, y lo que ha de facilitar el que la vía esté tendida hasta la estación de Aratorés. Se ha dicho por alguien muy conocedor de estos asuntos, que con verdadero empeño, puede ponerse la línea en explotación en un plazo de 8 meses, siquiera hubiera de hacerse caso omiso de obras accesorias como parte de la explanada de los Arañones, de la estación internacional, etc.; y vale la pena de que se aproveche lo mucho que se ha hecho hasta aquí, para dar cima a obra tan necesaria. Si el Gobierno, excitado por los representantes de Aragón, quiere prestar atención a este asunto, habrá hecho un gran servicio a España entera, sin que por ello quebrante su situación de neutral, sino que por el contrario, dará de ese modo cumplimiento a compromisos internacionales. JUAN LACASA SÁNCHEZ-CRUZAT |