"Los afanes de una vida"
Artículos en los semanarios jaqueses
"La Unión" y “El Pirineo Aragonés

JUAN LACASA LACASA

 

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A.D. JACA, 6 – CLUB INTERNACIONAL, 3

04/08/1932

Ibamos olvidando el fútbol que llegó a ser un espectáculo veraniego de gran atracción en nuestra ciudad y que ha ido perdiendo terreno lamentablemente. Con sinceridad diremos que el domingo consideraba un sacrificio llegar hasta el campo de la Agrupación y solo esa afición antigua de “los que tuvimos doce años” en la edad de oro del fútbol español – cuando Zamora resultaba mitológico en Europa – me empujó otra vez hasta la cancha de verde espléndido de la Victoria.

El partido prometía ser de tercer orden en vista de la categoría – sin ofender – mediana del Internacional y del equipo de la A. D. en el que algún puesto, como el de portero, estaba más que flojamente cubierto.

Empezó la lucha y recordé la imagen estupenda de un cronista norteño hará unos años; transcribámosla: un once sin medio centro es un barco sin timón, sin delantero centro un barco sin proa, sin portero un barco que hace agua. Esto último es lo que nos importaba a los de casa pues funcionando el equipos sabiamente, trepidante el motor de los medios, cada escapada enemiga amenazaba un naufragio vertiginoso. Dos balones entraron blandamente y se clavaron rotundo en el marcador.

Solo una serenidad, cercana a la indiferencia, de los nuestros pudo sobrellevar aquello, y continuaron cercando la meta contraria más estrechamente cada vez hasta obtener sin apuros y con jugadas espectaculares una media docena de puntos junto a los cuales aquel dos altivo de los de Arañones al comienzo, se fue haciendo pequeño e insignificante como una silueta en la lejanía. Consignemos que el meta local se fue arreglando y acertó a tapar las imponentes vías de agua de los comienzos, y llegó a portarse como un bravo marino.

No tuvo más historia el partido. Bonet y Malle y a ratos algún otro fueron lo más notable entre los rojos y por los visitantes quizá solo Puente merezca el honor de la cita. El pueblo no se indignó con el árbitro y es un mudo homenaje.

JUAN LACASA LACASA

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