"Los afanes de una vida"
Artículos en los semanarios jaqueses
"La Unión" y “El Pirineo Aragonés

JUAN LACASA LACASA

 

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A. D. JACA, 5 – REGIMIENTO Nº 19, 1

31/12/1931

Teoría de la carga

Como una nubecilla doctrinal envolvió los comentarios al segundo Inglaterra – España la discusión acerca de la regla de la Firfa sobre la carga que, interpretada amplísima entre la bruma inglesa, se ha encogido en los campos latinos hasta deformarse. Opinión del Dr. Bauwens - el juez -, de los blancos y de los rojos. Jaleos de prensa. Y un parecer el más agudo, de ese estupendo humorista del deporte que es J. Miquelarena.

Concretando: en la lucha por el balón fermentan dentro de los hombres unas ansias de zurrarse casi inevitables. Es muy floja y demasiado ética la consideración de la nobleza y el arte por el arte. Acaso para René y algún otro anciano romántico. Pero para el jugador medio, ha de haber una salida, franca o sinuosa, legal o extrajurídica de ese afán de batalla física.

Si cerramos la válvula del empujón plano por el costado, a base de kilos y de furia, como se ha cerrado en nuestros campos es en pérfidos toques de espinilla o de estómago donde se resuelve el combate. Muchísima menos nobleza y elegancia. El cargazo sincero es superior al punterazo falaz.

La tarde de Navidad fue una serie de accidentes para el once local; Bueno, Malle y Abarca principalmente encajaron los golpes desgraciados. Muy lamentable todo; pero seguramente consecuencia de la postura del público que se indigna de un revolcón sobre el césped y ve fríamente o no repara el hachazo con el borceguí. Y esto no la última tarde sino partidos y temporadas sucesivos. Error de masas y de difícil corrección. Suma de pareceres de gente poco técnica, pero amparada por la definitiva ley de las mayorías.

Yo no me cansaré de admirar la carga con el hombro, sin peligro del físico y de repudiar el macheteo estudiado por lo bajo.

El origen del desnivel

5-1 es un palo estrepitoso. La talla de 2 onces ha de ser desigual para tolerarla. Ambos equipos incompletos; conservó sin embargo la Agrupación una solera de su juego de otras tardes; los reclutas, al contrario, se derrumbaron, aun teniendo a Reus y Moriones de puntales defensores. Y no valióles el truco del cambio de carteras, es decir, un portero a los medios, un defensa a interior, como remedio de sus males. La paliza prosiguió cronométrica hasta el final.

Marcaron ellos los primeros; y de modo soberbio escapada veloz de extremo izquierda y remate del interior contrario, algo retrasado de un chutazo, que asombró a Pantoja.

Pero después el trabajo de Malle, la vedette de los nuestros este año, nos traía el empate. Y subíamos a 3 con dos arranques de un hombre discutido, Reverter, que marcaba con un bombeado lejano y después proyectaba un balón que llegaba muerto a la puerta, esperando una cabeza galante, que lo hundiera en la red.

Malle lo empujó suavemente.

La última fase, la del mitin

Al marcharse el sol, los 22 sobre el terreno intensificaron su movilidad, con vistas a la autocalefacción. Endurecióse la partida y surgió un revuelo de segundos alrededor de la lesión de Abarca. La agrupación se reducía a 8 o 9. Se incorporó Aused a la avanzada roja. Combinaciones con Malle y 2 tantos más. Uno de Pedrito, tras un sprint, con un chutazo seco. Otro de Malle por lo bajo, quizá de puntera rastrera y que el portero vio pasar como una rata que huye buscando un agujero.

Saturación del desconcierto militar. Solo Reus es un dique al empuje contrario. Caujapé se empeña en marcar y pasa a la delantera teniendo algún vis a vis con Pantoja. Y cuando casi nos lanza la noche, termina el encuentro.

Los destacados

Por la Agrupación: Pantoja hasta irónico en su ocasional puesto entre los postes. Los defensas aceptables. En los medios el mejor Reverter. Y adelante probablemente Malle. Casto un poco fuera del lugar.

Por los militares. El ya mencionado medio centro y Cecilio el inquietante extremo izquierda.

Herráez con el pito, un poco tolerante.

Se alinearon los rojos: Pantoja; Adolfo, Laclaustra; Abarca, Bueno, Reverter; Abad, Malle, Casto, (luego Aused), Marraco.

El publico muy reducido. Fue lástima por el objetivo del partido que era un beneficio (?) para 2 jugadores en filas.

JUAN LACASA LACASA

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